El arte contemporáneo en Italia

RODOLFO FAGGIONI

El periodo fascista con todos sus factores sociales y políticos que lo ha caracterizado ha tenido un peso determinante en el arte moderno italiano, obstaculándolo, o favoreciendo la libre expresión de los artistas.

Después de la guerra, en una Italia destruída casi por completo, se inicia la dificilísima tarea de la reconstrucción, en ese período tan trágico del pueblo itálico, los artistas se encuentran impreparados y desorientados, buscan un lenguaje nuevo, un lenguaje válido que respondan a sus exigencias más actuales, se forman varios centros artísticos en varias ciudades de la península, el de Milán pero poco a poco se convierte en el centro artístico y cultural más vital, progresista y calificado.

En este lapso de tiempo donde todavía no existe una lógica concreta y clara, varios artistas se afascinan del cubismo, otros son contagiados por el estilo de grandes pintores como Picasso o Matisse, otros, y son la mayoría, son favorables al abstractismo, tanto que se convierte en la pintura de mayor relieve del periodo post-bélico y es la base de casi todas las nuevas tendencias. Empieza así el gran éxodo de pintores italianos a Francia, estudian en París considerada por entonces como la cuna del arte moderno.

Paulatinamente surgen e si imponen destacados artistas como Bruno Cassinari, el gran pintor italiano, durante los años cincuenta llega la cúlmine expresándose en modo riquísimo en el mundo de la naturaleza. Afro Pasadella revela en un lenguaje abstracto su fuerte personalidad. Poco a poco una nueva tendencia se va abriendo camino, la abstracta-expresionista y varios pintores de gran talento figuran como sus exponentes.

Renato Gutusso, uno de los más grandes pintores que ha dado Italia en el siglo pasado, es un propugnador de la realidad socialista, nacen así sus grandes cuadros de inspiración histórica – social en los cuales prevalece la función política.

A esta nueva forma figurativa han llegado otros artistas que en muchos casos provienen de las filas de la realidad social.

En el campo de la escultura moderna, una impronta no indiferente lo han dado el cubismo, el subrealismo y el abstractismo.

Marino Marini y Giacomo Manzú, los máximos escultores italianos de los últimos tiempos se han inspirado al lenguaje figurativo.

A Marini lo antiguo lo afascina, sus modelos son las esculturas egipcias, las estatuas griegas, famosa es su serie de las “Pomone”, sus figuras ecuestres dan una idea del arte plástica, con una fuerza expresiva extraordinaria.

Manzú se orienta hacia modelos humanos, da a sus figuras un sentimiento rico de anotaciones psicológicas, sus grupos a sujeto sagrado tiene una carga de humanidad enorme. Famosisima es la quinta puerta de la Basílica de San Pedro, en Roma, que ha realizado algunos años atrás.

RODOLFO FAGGIONI

Periodista y Corresponsal en Italia. Miembro efectivo de Prensa Internacional

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21