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Mientras el Gobierno se esfuerza por doblegar a Santa Cruz con cerco y freno a las exportaciones, los economistas dan cuenta que las Reservas Internacionales Netas del Banco Central de Bolivia caen a menos de 4.000 millones de dólares y por otro lado, crece la deuda del Estado con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y señalan que el conflicto solo es una distracción.
“En en país, mientras la política se lleva toda la atención, en lo que va del 2022, el Gobierno Central ha levantado 7.080 millones de bolivianos de los aportes a las AFP (y ahora Gestora) a través de Bonos de Deuda. Esta cifra es más alta que todo lo colocado en el 2020″, señala el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza.
Mientras los economistas, Ernesto Bernal y Darío Monasterio, por separado, estimaron que la deuda pública tanto externa como interna pasa alrededor del 50 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Paralelamente, las Reservas Internacionales bajaron a menos de 4.000 millones de dólares. Hasta el 18 de octubre de la presente gestión la cifra llegó a 3.909 millones, y la caída se registró a partir de agosto, y aún no se recuperan.
Ante la suspensión de exportación de productos agrícolas y la carne, el rechazo fue generalizado pues lo calificaron como una medida política, y menos técnica.
«La suspensión de exportaciones de alimentos significa menores divisas que el país necesita para mantener sus reservas internacionales y sostener la frágil estabilidad del tipo de cambio. Es el juego chorro morro, donde todos perdemos», decía el economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez.
El año pasado se anunció un préstamo para la realización del Censo, y recientemente se aprobó un crédito de 400 millones de dólares por parte del Banco de Desarrolo de América Latina. para diferentes temas, el Gobierno indicó que no era para gasto corriente, lo cual fue observado por los expertos.
Ante la información publicada en redes sociales sobre la posición de Bolivia en rankings de deuda externa, ocupando un lugar entre los cinco, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas aclaró que las obligaciones no son porcentajes altos como indican algunos medios.
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó ayer que la deuda pública de Bolivia, en 2021, representó el 46 % del Producto Interno Bruto (PIB), ligeramente superior en 1,0 punto porcentual (pp) respecto a 2020 (45%).
Sin embargo, pese a ese incremento, el coeficiente de deuda continúa ubicándose por debajo de los límites establecidos como recomendables por organismos internacionales, como la Comunidad Andina (50 %) y el Tratado de Maastricht de la Unión Europea (60 %).
«Con estas cifras se aclara que la deuda pública total no llegó al 86,1% en relación al PIB, en 2021, como lo afirman algunos medios de comunicación», afirmó esa cartera mediante un comunicado.
El ministerio explicó que el análisis correcto de la deuda total del sector público debe ser realizado con una consolidación o «neteo» de cifras; es decir, con la deducción de la deuda intrasector entre el Gobierno general «representado por el Tesoro General de la Nación (TGN), las empresas públicas y el Banco Central de Bolivia (BCB)» para evitar un «error de doble contabilización».
Esta consolidación o «neteo»sigue la metodología internacional para las cuentas nacionales y finanzas públicas.
Considerando el análisis por tipo de deuda y de acuerdo con cifras oficiales, en 2021, la deuda pública externa sumó 12.698 millones de dólares, equivalente a 31,2 % del PIB, coeficiente inferior en 1,8 pp respecto a 2020 (33,0 %) y «muy» por debajo de los límites establecidos como recomendables por organismos internacionales.
En tanto, la deuda interna neta o consolidada de 2021, que excluye la deuda intrasector con el BCB, alcanzó a 40.057 millones de bolivianos, representando 14,3 % del PIB, cifra superior en 2,8 pp respecto a 2020 (11,5 %).
Los sectores económicos así como economistas observan el paso de las AFP a la Gestora, pues a pesar de que las autoridades indican que existen los condados para cuidar el dinero de los bolivianos, no confían, pues en cualquier momento cambian pues tienen las llaves para hacerlo.
El gasto del gobierno se incrementó en los últimos años, no tanto para inversión pública sino para pagar a los más de 500.000 funcionarios, y sigue creciendo con la creación de más empresas públicas, así como por la apertura de supermercados realizados por la Empresa de Apoyo la Producción de Alimentos (Emapa).
Para la presente gestión se proyectó un déficit fiscal de un poco más de 8 %, pero al parecer la cifra subirá, debido a la falta de liquidez del Gobierno, que afectó al dinamismo de la inversión pública.
//FUENTE: EL DIARIO//