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VISOR21.- El exministro de la Presidencia, Yerko Núñez, desde la clandestinidad, apuntó a Juan Ramón Quintana como el operador de las movilizaciones en Senkata de 2019, que terminaron con una decena de muertos.
A través de sus redes sociales, Núñez hizo referencia a las recientes declaraciones de la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, quien confirmó que el ex hombre fuerte de Evo Morales tiene una oficina en esa urbe en la que realiza reuniones políticas para alentar movilizaciones contra su gestión.
“Esto es una verdad que todos lo saben, el señor Morales tiene muchos operadores en El Alto, Quintana opera desde Senkata, tiene su oficina en Senkata donde opera para hacer movilizaciones, para desacreditar la gestión”, reveló la alcaldesa.
“Las declaraciones de Eva Copa son la confesión indirecta de que Quintana fue el operador político de las movilizaciones del 2019 en Senkata y quien incitó a las turbas para intentar explotar la planta de YPFB”, citó el exministro del gobierno de Jeanine Áñez, quien salió del país dos días antes del cambio de administración.
Núñez defendió en noviembre de 2019, la hipótesis sobre el accionar de grupos irregulares que se instalaron en la urbe alteña para bloquear la planta de hidrocarburos en Senkata, incluso con extranjeros armados, para generar otro “octubre negro” como 2003, objetivo que al final sucedió. Entonces se habló del riesgo de una explosión que afectaría a gran parte de la ciudad y por ello se envió el refuerzo militar, avalado por el Decreto Supremo 4078.
Una decena de personas perdió la vida el 19 de noviembre de ese año, nueve días después de la renuncia y huida hacia México de Morales y cuando sus exministros se encontraban en desbande, algunos buscando asilo en embajadas y otros con saliendo del país con salvoconducto.
Los primeros informes policiales y del Instituto de Investigación Forense (IDIF) establecían que no se halló balas del calibre de uso militar, por lo que se sospechaba de disparos de otras armas no oficiales. Videos de esa jornada registran algunas voces detrás de los marchistas que alertaban “voy a disparar”. Aquello no fue relevado en ninguna Investigación nacional o internacional.
Recientemente, Quintana volvió a pedir a las bases masistas que “defiendan” al “proceso” y eviten el discurso de división interna, porque si entra otro gobierno él en persona será perseguido y ejecutado “con 25 proyectiles”.
“Si se divide nuestro proceso a todos nos van a perseguir, yo no voy a estar en la Embajada de México, voy a estar con 25 proyectiles, seguramente tirado en la calle, y ya no va a haber perdón, compañeros”, azuzó el masista con toda clase de adjetivos.
Desde su salida de la Embajada mexicana, en noviembre de 2020, Quintana se dedicó a dar charlas de adoctrinamiento politico con sesgos paramilitares, sobre todo en la parte andina del país.
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