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La diputada de Comunidad Ciudadana, Toribia Lero, apuntó al masismo y la izquierda del Foro de Sao Paulo como responsables del creciente rechazo a los símbolos indígenas como la wiphala.
Luego de las expresiones de un legislador peruano que calificó al emblema aymara como un “mantel de chifa”, el tema del origen o representación de la wiphala para países del bloque andino, volvió a destaparse.
La legisladora indígena de oposición responsabilizó a la izquierda internacional por la creciente animadversión simbólica y división racial en el continente.
“La izquierda internacional, apadrinada por el Foro de Sao Paulo, es la que está usando los símbolos indígenas de forma indiscriminada”, reprochó Lero en entrevista con Fides.
Lero añadió su crítica porque esos grupos radicales dividen la “lucha de clases” entre ricos y pobres, dejando como los desvalidos a los pueblos originarios y a los pudientes al otro extremo, siendo que, por ejemplo, la cúpula masista dista mucho de ser simples proletarios.
“¿Evo Morales es pobre? ¿Linera es pobre? ¿Quintana o Del Castillo es pobre?”, cuestionó.
Los oficialistas usan la wiphala como un símbolo de odio y de agresión en sus marchas, añadió. “¿Por qué los masistas no usan su bandera azul, negro y blanco?”.
Sobre la izquierda internacional que instrumentaliza la wiphala para generar división en otros países, como sucede ahora Perú, Lero reiteró que esos grupos violentos usan, ni siquiera se apropian, los símbolos indígenas para sus propias agendas políticas.
La pasada semana, el legislador peruano de Fuerza Popular, Juan Carlos Lizarzaburu, criticó el uso del término “originarios”, durante una sesión del Congreso que también debía tratar el adelantamiento a elecciones en ese país.
En su criterio, esa palabra así como la bandera wiphala, usada en las movilizaciones violentas contra la presidenta Dina Boluarte, no representan a los peruanos.
Como un “mantel de chifa” que fue inventado hace pocos años, calificó Lizarzaburu, y recordó que en la crisis boliviana de 2019 “gente resentida” usó ese símbolo para convulsionar.
Desde el régimen de Luis Arce se rechazó las expresiones del legislador peruano. La ministra de Culturas, Sabina Orellana, pidió un reclamo diplomático mediante Cancillería y amenazó a Lizarzaburu con “tener que responder ante la justicia” boliviana por su agresión a la wiphala.
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