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La diputada Carla Toscano, quien es integrante del partido Vox en el Congreso y portavoz en la Comisión de Violencia de Género, cargó contra la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual —conocida también como «solo sí es sí»—, legislación que predispone una culpabilidad directa hacia el hombre, si este es acusado por una mujer ante la Justicia, así no se presente una prueba de ello. En su opinión, esta es una ley ideológica, que tiene como objetivo demonizar y criminalizar a los hombres. Una obsesión del feminismo en los últimos años.
En una entrevista excluvisa con PanAm Post, la diputada aseveró que el texto aprobado el pasado 26 de agosto es «paradójico» y aparte innecesario. Al respecto, argumentó que «el consentimiento ya estaba regulado en el título VIII del Código Penal, donde se establecen penas para los agresores sexuales partiendo de la falta de consentimiento. La diferencia entre abuso y agresión ahora se elimina para considerar todo agresión. Pone al mismo nivel un piropo mal dicho de una violación».
En concreto, la referente de Vox puso de manifiesto otros puntos álgidos presentes en la legislación que obvia la narrativa de la izquierda. En tal sentido, explicó que «lo más peligroso de la ley es que la definición del consentimiento es inconcreta, líquida, con el objetivo de que la mujer pueda acusar más fácilmente a un hombre».
La crítica de Toscano también se extiende a lo que denominó como «el espíritu de la ley», el cual es, en palabras de la ministra Irene Montero, que “ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia en una agresión para que sea considerado como tal”. Es decir, la diputada desdeñó el hecho de que la presunción de inocencia del hombre se acaba y ahora los jueces e instituciones tendrán que creer siempre a la mujer.
Sin embargo, a su juicio, esto tiene una serie de contradicciones que no se pueden pasar por alto y a las que también se refiere. Es por ello que objeta que«es paradójico que estemos hablando de libertad sexual cuando los mismos promotores de la ley fomentan la inmigración ilegal de personas cuyas culturas no respetan a la mujer. Por eso las feministas no hablan de las violaciones en manada de ese tipo de inmigración».
Al respecto, la diputada indicó también que «para lograr este reto de ingeniería social se institucionaliza el adoctrinamiento a menores, vulnerando el derecho constitucional de los padres de educar a sus hijos según sus convicciones, y el adoctrinamiento en todos los niveles de la sociedad. Desde los propios jueces a cualquier administración del Estado».
Asimismo, la representante de Vox ha hecho hincapié en que desde su partido se quiere igualdad ante la ley, no una medida que solo proteja a la mujer. Al respecto, espetó que «desde Vox queremos igualdad ante la ley, no una ley que sólo proteja a la mujer; queremos que se respete la presunción de inocencia, y queremos impedir la entrada de inmigrantes que no respetan los derechos fundamentales más básicos. Queremos que se respete la presunción de inocencia, y queremos impedir la entrada de inmigrantes que no respetan los derechos fundamentales más básicos».
Hoy por hoy, ostenta el feminismo que le otorga a la mujer igualdad o bien equidad, en teoría. Una vez en el poder, crea supremacía para la mujer y prejuicio y perjuicio para el varón. Lo convierte en ciudadano de segunda categoría. Es por ello que la parlamentaria exigió de manera categórica que cesen los ataques a las personas equivocadas, por razones impregnadas de ideología:
«Queremos que se endurezcan las penas para las personas agresoras, y prisión permanente revisable para los casos más graves. Queremos sentido común, no una ley sectaria, ideológica y lesiva de derechos fundamentales que no va a proteger a nadie».
//FUENTE: PANAM POST//