Banana republic

SAYURI LOZA

La expresión Banana Republic fue acuñada por el escritor O. Henry para referirse al fenómeno ocurrido en países centroamericanos (en especial Honduras) a principios del siglo XX, donde llegaron las transnacionales y se hicieron de tierras al punto de que, por ejemplo, la United Fruit Company llegó a poseer el 51% del territorio de Nicaragua, conformando Estados dentro del Estado donde compraban autoridades y al final, se dieron el lujo de poner presidentes a gusto y sabor.

Todo esto para plantar bananas y exportarlas a Estados Unidos, donde gracias a agresivas campañas de marketing, eran consumidas como base de la alimentación norteamericana. La UFCO tomaba trabajadores y los explotaba, al punto de que Honduras tuvo su primer código de trabajo recién en 1959; los movimientos populares fueron siempre perseguidos y masacrados.

En ese entonces, las transnacionales se apoderaban de las riquezas de un país y establecían economías de enclave. Ahí se forjó la lucha social obrera y campesina porque eran precisamente estos grupos los más afectados por el avasallamiento de territorios y la implantación de la explotación industrial en espacios antes soberanos.

Es debido a la indignación por estas cosas que el discurso anti imperialista caló profundo en Latinoamérica en todas las esferas del pensamiento. Eso también explica por qué nuestro continente se ha decantado por fuerzas políticas de izquierda en este siglo, rompiendo con la derecha que pactaba con la oligarquía local o transnacional; hemos visto nacer este siglo con movilizaciones populares como la Guerra del Agua y la Guerra del Gas y en teoría, el régimen explotador neo liberal ha caído.

Así que deberíamos estar felices, ¿verdad? Pues no. Por desgracia el imperialismo tiene mil caras y ahora el imperio colonial es China, pero no se inspira por ninguna doctrina Monroe ni mucho menos. China y los gobiernos de izquierda que han pactado con ella, han instrumentalizado magistralmente las luchas del siglo pasado.

Los movimientos sociales, adormecidos con el discurso y con la idea de que tienen un gobierno que los representa, no dicen nada, la imagen del patrón gringo avasallador se les ha quedado tanto que no son capaces de distinguir al otro avasallador local mal llamado “colonizador” que despoja y ejerce la violencia sobre naciones originarias del oriente con la misma crueldad que los de antes.

Muchos intelectuales de izquierda también, embobados por el discurso del “suma qamaña”, han soslayado la presencia de empresas Chinas disfrazadas de mineros cooperativistas, otrora símbolo de la lucha proletaria del país, hoy cómplices del envenenamiento de las aguas con el letal mercurio que daña a los habitantes de las regiones donde tiene lugar la explotación aurífera.

Lo que es más, los activistas se han concentrado en hablar y escribir sobre el racismo publicando sendos textos donde lo justifican como causa última de las miserias de este país, ah sí, y el “golpe de Estado”. La COB por su parte se enfrenta a los “Croatas” y diputados que deberían defender el territorio y la soberanía como decían en sus talleres y hasta en sus farras, andan por ahí ch’asqueándose entre ellos afectados por la paranoia.

LA CSUTCB, CONAMAC, Bartolinas, etc. Están calculando por dónde se inclina el poder, para inclinarse a tiempo y no perder poder. Poco o nada les importa que en pleno siglo XXI somos una Banana Republic.

Ha sido una gran jugada la del neo colonialismo en Bolivia, las fuerzas que alguna vez lo enfrentaron, ahora viven en un mundo de fantasía y símbolos, usando la autoridad moral que sus predecesores les heredaron pero que ellos mismos aquí y ahora, no saben honrar.

Quedan algunos defensores que han visto la realidad: son jóvenes profesionales, no precisamente de áreas sociales sino ambientales; hacen investigación, se reúnen con los afectados, publican los hechos y convocan a eventos donde denuncian con pruebas lo que pasa, la sociedad sorda no los oye pero ellos siguen, son la voz de Casandra en este triste país, perdido en discursos anacrónicos, alimentados por despojos.

SAYURI LOZA

Historiadora, Diseñadora de modas, políglota, artesana. 

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21