Venenos en el Vaticano

RODOLFO FAGGIONI

El esfuerzo bilateral que ha caracterizado tanto a Ratzinguer como a Bergoglio de mantener relaciones cordiales, no ha impedido al secretario privado y particular de Benedicto XVI, el alemán padre Georg Ganswein, divulgar parte del libro que está escribiendo y lo está haciendo en el momento menos adapto pero seguramente muy estratégico dando inicio al derribo público de la imágen de Francisco, Una reacción que sorprendió la opinión pública pero no a los observadores más cercanos de  los palacios vaticanos.

En poco tiempo han saltado los frágiles equilibrios que unieron a dos papas. El fuego que ardía bajo las cenizas estalló en la inmediatez del anuncio de la muerte de Benedicto XVI.

Desde casi diez años hay una guerra dentro de la Iglesia Católica, entre el frente conservador y el frente reformista del Papa Francisco. Al frente conservador nunca le ha gustado que Francisco diera la comunión a los divorciados vueltos a casar o que dejara de demonizar a la homosexualidad: estos actos de Francisco fueron  progresistas en términos de política social.

Las relaciones entre el “papa emérito” y Francisco fueron en general muy buenas porque ambos se esforzaron en tener relaciones amistosas.

No hay que olvidar que Ratziguer, sin embargo, a pesar de ser un gran teólogo ha sido siempre muy rígido en cuestiones de Iglesia, rompiéndose de ete modo el equilibrio entre ambos.

Hace dos años cuando tras el sínodo amazónico, los obispos pidieron al Papa poder tener en situaciones de emergencia, también clèrigos casados. Hubo una revuelta de Obispos y Cardenales conservadores contra esta hipótesis.

La confusión ha surgido con ese título ambiguo de “papa emérito”, en el Vaticano debía de haber existido un solo Papa, y cuando Ratzinguer escribió un libro con el Cardenal Sarah en el que se posicionaba claramente en contra de una hipótesis de un “clero casado”, argumentando que en la Iglesia Católica de rito latino, existe un vínculo indisolubile entre el celibato y el sacerdocio.

Fue una intrusión sin precedentes en una decisión que el Papa estaba a punto de tomar. En ese momento, Francisco no deseando crear un enfrentamiento con el “papa  emérito”, castigó a su secretario privado y confidente, culpable de no haber aconsejado a Benedicto para no hacer ese gesto. El castigo fue de no volver a aparecer en público, apesar de ser Jefe del Protocolo del Vaticano, es decir prefecto de la Casa Papal. Y así el Obispo alemán y secretario privado de Benedicto George  Ganswein, ha decidido sacar a la luz otros elementos de desacuerdo entre el “papa emérito” y el papa Francisco con el libro que saldrá en las próximas semanas.

La agencia Europa Press ha tenido acceso al libro y ha adelantado algunos contenidos. El prelado alemán dcscribe que le “causó mucha emoción a Benedicto XVI el “Motu Proprio” de Francisco “Traditionis Custodes” que suponía una enmienda al trabajo del propio Ratzinguer sobre la misa en latín. Así mismo explica que las continuas comparaciones entre Francisco y el “papa emérito” “siempre han entristecido a Benedicto”, sobre todo cuando el comentario procedía de dentro del Vaticano”.

También el diario español ABC revela algunos detalles más, por ejemplo, algunos de los “gestos” de Francisco con los que buscaba una contraposición con su predecesor. Por ejemplo, el secretario privado de Ratzinguer ha cuestionado la decisión de Papa Francisco de residir en Santa Martha y no en el Palacio Apostólico, igual que sus predecesores. Asegura que a Benedicto le sorprendió esta decisión.

Toda esta ambigüedad ha nacido desde el momento que Benedicto XVI ha decidido residir en el Vaticano.

RODOLFO FAGGIONI

Periodista y Corresponsal en Italia. Miembro efectivo de Prensa Internacional

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21