Todos sabemos cómo opera el socialismo del Siglo XXI. Es un error creer que se puede confiar en ellos y mucho menos confiar en que realizarán comicios limpios. Lo dije muchas veces: nos estamos encaminando a una catástrofe total, que parece que los principales opositores ignoran.
Muchos celebran la inhabilitación de Evo Morales y la incertidumbre que vive Andrónico Rodríguez, pero no sabemos si estas acciones han sido para bien o, más bien, son el inicio de una situación terrible. El socialismo sabe que su tiempo está terminando, sabe que la gente ya no tolera más la miseria y la división, pero harán lo que sea para conservar su poder. Esto lo sabemos viendo a países vecinos que siguen “viviendo” bajo el yugo de la dictadura socialista.
Tanto la gente de Andrónico como de Morales ya se han declarado en emergencia, y muchos sectores radicales han confirmado que evitarán a como dé lugar la realización de elecciones si sus candidatos no participan. La situación del actual gobierno es delicada y es posible que estas movilizaciones puedan ser el factor detonante de una salida de Luis Arce del poder y de una postergación de elecciones, al ver “el tenso clima político”. De igual forma, estas movilizaciones pueden servir para mostrar el poder de las organizaciones sociales y de lo que son capaces de hacer.
Sin ir lejos, ya muchos están hablando de “rebeldía” y de alzarse en contra de la tiranía, razonamiento peligroso y antidemocrático que en cualquier país donde prime el orden sería castigado. En el nuestro, no es así.
En esta gestión hemos visto de lo que es capaz el MAS: han destruido toda la institucionalidad y la justicia, y como cereza del pastel, está el autogolpe del año pasado. Nadie se atrevió a tanto cinismo en tiempos recientes, pero nos muestra hasta dónde es capaz de llegar el MAS para seguir conservando su poder. En la actual situación ya no gozan de respaldo popular amplio y la crisis económica solo demuestra con más fuerza que el socialismo no es el camino de la estabilidad, por lo que buscarán otros medios para retener el poder. El fraude tampoco es un arma “segura” como antaño; ya nadie les creería un triunfo por amplia mayoría. Y, de una u otra forma, la gente se está dando cuenta de que el TSE no es un órgano confiable y que el cuidado del voto es fundamental.
Con todo esto, estoy seguro de que algo oscuro trama el MAS, y no debemos permitir que sus planes se lleven a cabo.
Muchos dirán que soy alarmista. La verdad es que, viendo a Venezuela o Nicaragua, no hay motivos para creer que el socialismo actúe conforme a la ley.
Inhabilitar a Morales y Rodríguez solo puede causar convulsiones, que es lo que están esperando para, de una u otra forma, postergar elecciones o sumir al país en un caos interno pocas veces visto. De igual forma, me parece sospechoso cómo Andrónico, sabiendo los problemas del MTS, haya inscrito su candidatura por dicho partido y minutos después se haya puesto en “riesgo” la misma por determinaciones de la justicia. De una u otra forma, estoy seguro que el cocalero junior estuvo informado. Estas cosas se llegan a saber con anticipación dentro de las esferas de poder.
Que Evo Morales no sea arrestado, que las protestas de sectores violentos no tengan consecuencias mortales, que la candidatura de Andrónico esté en riesgo y que éste no haya sido informado de las acciones del gobierno con antelación, que Arce se baje de la candidatura y que Del Castillo (alguien con menos popularidad que el presidente) sea designado como candidato del MAS, solo nos puede hacer pensar que algo no está bien.
Definitivamente, algo oscuro trama el socialismo Las dos opciones que barajo yo: la postergación de elecciones producto de un gran caos social, o que el MAS termine unificándose a días de la contienda electoral, dejando en un estado de “knockout” a la oposición. Repito: no se debe confiar jamás en el socialismo.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
- *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21