Redacción V21.- El calendario electoral avanza y en las siguientes horas se espera que los diseños finales de la papeleta de sufragio estén listos para ingresar a la imprenta. Sin embargo, los plazos para el reemplazo de candidaturas se extiende hasta el 3 de julio y las sorpresas incluso se pueden dar hasta 72 horas antes de los comicios del 17 de agosto.
Uno de los detalles que llama la atención es la escaza aprobación de habilitados, pues solamente el 36% de los 3.290 postulantes cumplieron con todos los requisitos para optar por un cargo público entre 2025 a 2030, sea en la Presidencia, Vicepresidencia, Senado o Cámara de Diputados. Como no sucedía en varias elecciones, las listas están tan incompletas que ni siquiera el hegemónico Movimiento Al Socialismo (MAS) logró cubrir todos los cargos electivos.
En ese contexto, la distribución de la Cámara Alta, donde existen 36 curules, de momento arranca con una proyección de solo cuatro organizaciones políticas con representación, de acuerdo con los primeros estudios de opinión difundidos a principios de mes.
En ese marco, la alianza Unidad de Samuel Doria Medina va logrando 14 senadores, seguido por la alianza Libre de Jorge Quiroga y alianza Popular de Andrónico Rodríguez, ambos con 10 curules. Finalmente, Súmate de Manfred Reyes Villa alcanza 2 senadores.
Según la nómina de candidatos habilitados, distribuida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cinco curules todavía no tienen nombre; es decir, las organizaciones políticas que encabezan la preferencia electoral por departamentos no cuentan con candidatos habilitados en lo que se podría denominar como “puesto asegurado” por la tendencia del voto. De igual forma, la inhabilitación de candidaturas titulares afecta a seis de estos casos.
Las cifras pueden variar y los porcentajes de las encuestas siempre llevan un margen de error; sin embargo, en este ejercicio periodístico se puede observar que de los cuatro senadores asignados por departamento estos se distribuirán entre dos y hasta tres frentes políticos. Ese fenómeno comprueba que la elección de agosto será la más polarizada y atomizada de la reciente historia democrática del país.
FUTUROS SENADORES
En La Paz, la alianza neopopulista que postula al pupilo de Evo Morales, le garantiza dos senadurías, pero según las listas del TSE la alianza Popular no tiene habilitados a candidatos para esos puestos. El departamento paceño le dio la victoria al MAS durante más de 20 años y ahora se inclina por el joven cocalero y senador, pero no existen nombres inscritos para ocupar esos dos curules “casi fijos”.
En cambio, la alianza Unidad perfila a la exalcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón, como futura senadora y también está en disputa un curul entre su correligionario Roberto Moscoso y José Ormachea que pasa de Comunidad Ciudadana a la alianza Libre.
En Santa Cruz, el panorama parece dividirse entre Unidad y Libre. Branko Marinkovic y Kathia Quiroga, por un lado, y Tatiana Áñez y José Luis Terrazas, por otro, están a un paso de jurar como senadores.
En Cochabamba, el peso de Reyes Villa le concede dos puestos para Claudia Mallón y Mauricio Muñoz, mientras Rodríguez todavía con fuerte presencia cocalera, favorece a los evistas Humberto Claros y Lucy Escobar, pese a que el primero rechazaba el “liderazgo” del actual presidente del Senado, tal como se filtró en un audio desde la cárcel, donde el dirigente sindical estuvo detenido por los violentos bloqueos de octubre del año pasado.
En Oruro, el panorama de la alianza Popular se repite, pues pese a encabezar la preferencia electoral, no cuenta con candidatos habilitados en listas. Dos curules en Senado “casi asegurados” esperan por los remplazos a ser inscritos por este frente hasta julio. Completan la representación departamental José Sánchez de Libre y Nilda Fernández de Unidad, aunque los porcentajes son mínimos y ese mapa podría cambiar en una siguiente encuesta.
En Potosí, Doria Media dio la sorpresa, pero también tuvo problemas con sus candidatos. Tereas Aillón y Bernabé Marca figuran en listas como suplente y como tercer puesto, respectivamente, porque no existen candidatos titulares para los dos primeros curules en Unidad. La alianza Popular lleva a Máximo Rodríguez y se disputa un curul con alianza Libre.
En Chuquisaca, se repite la figura bipartidista de la actual oposición. Unidad lleva a Juan Felipe Carvajal y Delia Arancibia al Senado, mientras Libre postula a Tomasa Yarhui y tiene un cupo inhabilitado. Ilse Dávila figura como suplente, pero por el criterio de paridad, ese puesto titular debe ser ocupado por un varón.
En Tarija, Unidad vuelve a asegurar dos curules con César Mentasti y Leonor Romero, mientras Libre tiene la primera candidatura inhabilitada y de momento inscribió como suplente a Rolando Vacaflor. La alianza Popular aspira a arrancar un curul con Miguel Ángel Rejas.
En Beni, la distribución se reparte entre las alianzas Libre y Unidad. Ernesto Suárez y Patricia Ojopi, además de José Roca y Ana Velasco son los respectivos nombres asegurados y con amplia ventaja.
En Pando, Doria Medina también encabeza las listas con Eliana Acosta y tiene un inhabilitado para el segundo curul, en el que se presenta en suplencia a Randy Roca. En tanto, Rodríguez y Félix Patzi, quien obtuvo resultados positivos en las elecciones subnacionales, arrastran el voto migrante en la Amazonía y postulan a Ermenegildo Llavera y para el segundo cupo tienen al suplente José Aiton Suárez. Nuevamente, por el criterio de paridad, acá debe cubrir el puesto titular una mujer.
FACTOR SORPRESA
De momento, los estudios de opinión en materia electoral no han tomado en cuenta al candidato Jaime Dunn, pero sí a su partido político Nueva Generación Patriótica (NGP) que no logra ninguna representación departamental y ni siquiera alcanza el 1,5% de votación en promedio. En caso de darse el reemplazo de Fidel Tapia por la postulación del analista financiero liberal, el mapa y los nombres de estos posibles senadores podrían cambiar, sobre todo en el ala de la actual oposición, pues Dunn ya figura entre los tres primeros puestos en encuestas virtuales.
Finalmente, el MAS con su candidato Eduardo del Castillo no alcanza ningún curul en la Cámara Alta, y su porcentaje de votos en los nueve departamentos no supera el 3,5% en ningún caso. Aquello supondría el final de una hegemonía partidaria de 25 años, en los que ese frente de izquierda socialista y comunitarista siempre tuvo mayoría o dos tercios en el Senado, incluso llegando a teñir el mapa del país de azul en ocho de los nueve departamentos en 2014.
