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Juan Franz Pari fue el protagonista del desfalco millonario al Banco Unión en 2017. Hace dos años su padre fallecía por Covid-19 mientras cumplía detención preventiva en el penal de San Pedro, donde también estuvo su hermano, además de tener a su madre, exesposa y amante en el centro de orientación femenina de Obrajes.
Segundino Pari fue una de las víctimas de la pandemia el pasado 7 de julio de 2020. Mientras tomaba sol en uno de los patios del sector la Posta en el panóptico de La Paz, sufrió una broncoaspiración y falleció sentado. Los internos creyeron que dormía, pero luego de revisar sus signos vitales se confirmó su deceso. El padre de Juan Pari era funcionario de la Gobernación de La Paz y estaba tres años encarcelado luego de estallar el escándalo por el desfalco al banco estatal que perpetró su hijo.
Junto al padre de Pari también se tiene reporte del fallecimiento del exjefe nacional de tarjetas del Banco Unión, Roger Medina, poco antes de Segundino Pari, y uno de los tres choferes del acusado, Jorge Hurtado, hace unas semanas, ambos en detención domiciliaria, pero con enfermedades de base que se fueron agravando.
El matutino Página Siete se contactó con algunos de los 48 procesados durante estos cinco años y los testimonios en reserva coincidieron en señalar que existe manipulación y abuso de los operadores de justicia, desde jueces, fiscales, policías e incluso “ayudantes” que solo buscan cobrarles dinero.
“No podemos denunciar porque luego piden otra vez tu detención o se ensañan contigo. Te cobran hasta por sacar fotocopias, en el juzgado todo es con plata, sino no verifican tu dirección o no entregan los documentos para tu salida”, afirmó una de las investigadas.
“Estos fiscales, jueces, hasta los policías, no deben tener madre, padre, hijos; no les deseo mal, pero cuando haces tanto daño tarde o temprano vas a pagar. Esos muertos son su responsabilidad, si cometieron un delito, que los condenen, pero ninguno tenía sentencia de muerte, no hay uno que no haya sido extorsionado por esta lacra de abogados que tenemos en la Fiscalía”, dijo otro investigado.
José Gabriel Pari, hermano de Juan Pari, también estaba detenido en San Pedro, pero se sometió a proceso abreviado para obtener perdón judicial. Similar camino siguieron Carolina del Coral Jerez, exesposa del sospechoso, con quien tuvo dos hijos, además de Alexis Calderón Hurtado, Pablo Nina y Eduardo Pinto.
Quien no tuvo ese beneficio, pese a que su defensa presentó varios recursos en estos cinco años es Luciana Cagnola, ciudadana argentina que en 2017 mantenía una relación sentimental con Pari.
Cagnola es señalada en grado de complicidad, además de haberse beneficiado con el dinero que el entonces funcionario desfalcaba de los cajeros automáticos del municipio de Batallas, con regalos ostentosos como un auto Mercedez modelo 2017 y transferencias para constituir una “empresa” a favor de la joven de entonces 26 años, que era modelo y bailarina en clubes nocturnos antes de ser traída de Santa Fe a Santa Cruz en avioneta y vuelo particular pagado por Pari.
Tras cinco años de investigación, recién la pasada semana se conoció la imputación formal contra Pari y diez personas por el desfalco de Bs 37,6 millones entre septiembre de 2016 y agosto de 2017 bajo las figuras de enriquecimiento ilícito con afectación al Estado, favorecimiento al enriquecimiento ilícito, delitos financieros y asociación delictuosa. La Fiscalía también pide que de ser condenado, Pari no ejerza ningún cargo público y que devuelva el dinero al Estado.
La lista la conforman Pari, Cagnola, Miguel Ángel Antezana que era el astrólogo con quien consultaba el principal acusado, los choferes Carlos Campos y Jorge Hurtado (que falleció hace unas semanas); los hermanos y empresarios Juan Carlos y Williams Gott, el abogado Pablo Armijo y los amigos de colegio del bachiller: Rommel Paredes, Nelson Quisbert y Jorge Mercado.
Pese a no tener formación académica, Pari tenía el cargo de jefe de operaciones de los cajeros ATM de las agencias del Banco Unión en los municipios de Achacachi y Batallas. Se encargaba de cargar con dinero las máquinas y hacer los registros correspondientes en el sistema informático. Luego de unos años en esa rutina, se dio cuenta que no había ningún control informático y que era posible desfalcar ciertas cantidades de dinero.
En septiembre de 2016 sustrajo Bs 20 mil y poco a poco subió los montos en Bs 150 mil y Bs 200 mil hasta acumular más de Bs 37,6 millones, unos 5,4 millones de dólares, que pretendía “lavar” a través de la constitución de empresas y negocios. Su sobreexposición en redes sociales, viajando y hospedándose en lujosos hoteles, compartiendo fiestas privadas con grupos en vivo y bebidas finas para su entorno, fueron pruebas que luego tomó la Fiscalía.
Los regalos costosos, desde vehículos hasta dispositivos de alta gama para su familia y sobre todo su joven amante, fueron la causa para que toda la familia de Juan Franz Pari sea detenida, encauzada y encarcelada desde septiembre de 2017.
En descargo, en marzo de 2019 durante una inspección ocular, Pari, que está detenido en Chonchocoro, explicó que actuó solo, de manera unilateral, sin contacto con ningún funcionario del Banco Unión y que incluso tenía un “método” para que los arqueos semanales “cuadren” en caso de existir controles sorpresa en esas agencias. El banco estatal dijo que tiene estrictos niveles de seguridad, pero luego de Pari hubo otros dos casos de desfalcos, aunque con cifras menores.
VEA: ARCHIVOS VISOR (29/10/2017)
DESFALCO, POLÍTICA Y DUDAS: LA HISTORIA COMPLETA DEL BANCO UNIÓN
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