Las brechas por el Tipnis avanzan y en Beni hacen ‘lobby’ para terminar la vía

El sueño de Evo Morales de cortar el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) para construir una carretera es cumplido por sus opositores. Las brechas de caminos de tierra se extienden poco a poco en el lado beniano y ponen al río Ichoa como la única frontera natural que evitaría la construcción de la vía. La Gobernación del Beni y los cívicos de esa región, opositores al Movimiento Al Socialismo (MAS), hacen un trabajo de campo para hacer realidad el proyecto vial.

El tema volvió a surgir tras 15 años de idas y vueltas sobre la iniciativa vial que tiene apoyo de algunos y rechazo de otros. En Trinidad, capital beniana, piden al Gobierno central que termine el proyecto carretero que uniría los municipios de San Ignacio de Moxos (Beni) y Villa Tunari (Cochabamba). Este camino pasaría por medio del Tipnis.

El gobernador de Beni, Alejandro Unzueta, abrió el debate sobre la necesidad de retomar la construcción de la carretera por el Tipnis con el fin de unir Beni y Cochabamba. La excusa para consolidar el proyecto son los constantes bloqueos en el departamento de Santa Cruz, lo que perjudica a las poblaciones benianas.

“Bloquean Cuatro Cañadas, Guarayos, Pailón y San Julián. Todo el tiempo el Beni viene sufriendo estos bloqueos que lo único que hacen es paralizar nuestra economía a título de hacerle daño a Santa Cruz. El Beni es cada vez más una potencia arrocera, más que Santa Cruz, aunque aún no contamos con silos y nuestros productores salen hasta Okinawa para almacenar su arroz y por eso plantee la opción de pedirle al Gobierno que inicie un nuevo estudio para considerar la vinculación con Cochabamba”, afirmó el gobernador Unzueta.

Beni proyecta reuniones con diferentes sectores para lograr respaldos y concretar este proyecto, que tiene ya 15 años de debate. Los cívicos benianos se reunieron con organizaciones de San Ignacio de Moxos y acordaron hacer una representación ante la Gobernación para socializar los beneficios de la carretera.

“Tuvimos una reunión con el sector de San Ignacio de Moxos y tocamos este tema. Imagínese, hace un tiempo nos bloquean San Julián, después nos bloquean Cuatro Cañadas y esto ya no es normal, se ve que hay un tinte político, como si tuvieran algo contra el departamento del Beni. Tiene que haber otra carretera que nos haga respirar, esa es la que nos une con Cochabamba. Son 45 kilómetros que no quieren que se abra dentro del Tipnis”, aseguró Hugo Aponte, presidente del Comité Cívico de Beni.

Análisis del tema

La Fundación Solón comprobó que la vía va creciendo en ambos bandos: tanto en el lado cochabambino como en el beniano. Son brechas de seis metros las que existen recientemente más allá de la comunidad Santo Domingo, dentro del Tipnis y parte del departamento de Beni.

“Después de años de rechazo a este proyecto vial por los impactos socioambientales, vulneraciones a las áreas protegidas y a derechos indígenas, la vía continúa en expansión sin conocerse el Estudio de Impacto Ambiental y Licencia Ambiental que permita la construcción del tramo II y la ampliación del tramo III; mucho peor, sin una ley nacional que autorice atravesar la zona intangible o zona núcleo de esta área protegida”, informó la Fundación Solón en un artículo de opinión enviado a este medio de comunicación.

Según el proyecto, 65 kilómetros de la vía cruzan el área protegida. El cívico Aponte dijo que de ese tramo solo faltaría la construcción de 45 kilómetros. En ambos lados del parque existe el camino, aunque en muchos puntos sin asfalto.

Esta carretera, si es que se consolida, pasará por las poblaciones de Villa Tunari, Eterezama, Isinuta, Puerto Patiño, Santísima Trinidad, Puerto Santo Domingo, Puerto Esperanza, Monte Grande, El Retiro y San Ignacio de Moxos.

La conclusión de la construcción de tres puentes abrió el corazón del Tipnis: Sazama o Cesarzamita, Ibuelo e Isiboro son los puentes que fueron construidos en silencio y que son el nexo para abrir la vía. La terminación de estos trabajos materializa el tramo II que contempla la ruta Isinuta y Monte Grande.

Los puentes llegan hasta Puerto Patiño, que es una de las últimas localidades inmersas en el Polígono 7, zona indígena del Tipnis colindante al Chapare cochabambino y que aprueba la vía. Las comunidades del Polígono 7 son afines al MAS.

Este proyecto tiene tres tramos. El I y III contaban con estudios de impacto ambiental. Y es por eso que se abrió la vía hasta ciertas comunidades. El tramo II era el observado por no contar estudios ni aprobaciones, pero ahora, según el gobernador Unzueta, existen caminos de tierra que conforman la vía y que solo faltaría 45 kilómetros para terminar el proyecto.

Unzueta es parte de un lobby en su región que busca adhesiones para lograr la aprobación de la carretera. Ya logró el respaldo de los cívicos de Beni y de los ganaderos benianos. Antes, cuando Evo Morales era presidente, estos sectores se opusieron al proyecto. El gobernador estuvo en San Ignacio de Moxos en junio y también organizó talleres en Trinidad. El único fin es socializar la intención de abrir el Tipnis.

“Hay caminos, hay brechas verificadas. Solo faltan 45 kilómetros de vía, que incluso hay versiones que puede ser más corta la distancia en la actualidad”, dijo Unzueta.

El profesor beniano Eduardo Velasco Rivero estuvo presente en la reunión en San Ignacio de Moxos. En ese encuentro expuso un memorial extenso sobre el viejo litigio fronterizo con Cochabamba y aseguró que existe un camino con mantenimiento desde San Antonio de Moleto hasta el río Ichoa, con lo que se confirmaría que en el extremo sur del Tipnis la vía continúa en ampliación dentro del parque nacional y a las puertas de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Isiboro-Sécure.

Si solo faltan 45 kilómetros de vía para terminar el tramo II, significa que se penetró la zona del núcleo del parque nacional sin autorización del Gobierno, sin control del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), sin Evaluación Ambiental Estratégica (EIA), sin consulta previa y sin normativa que avale la obra.

El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, puso freno a las intenciones de Unzueta y actuó como opositor a la obra en épocas de Evo Morales. La autoridad pidió cumplir la ley y dijo que se debe realizar una consulta previa para reactivar el proyecto, que según Montaño está paralizado.

//FUENTE: EL DEBER / LA PALABRA DEL BENI//