V21.- El caso de la muerte de la joven Andrea Aramayo, ocurrido en agosto de 2015, vuelve a la palestra pública por las amenazas de la activista María Galindo, contra una de las personas que en su momento declaró como testigo de descargo de William Kushner. En ese contexto, Rita Martínez, madre de los dos hijos del acusado, decidió romper el silencio y responder a lo que considera una manipulación judicial por intereses políticos e ideológicos.
“Me voy a dedicar a hacerle la vida a cuadros a Mariana Prado (…) y a boicotear la campaña de Andrónico Rodríguez”, lanzó la caudillo feminista el lunes, cuando en compañía de Helen Álvarez, madre de Aramayo y miembro de Mujeres Creando, se apersonaron al Legislativo a dejar una carta al presidente del Senado para pedir una audiencia personal.
Martínez, en entrevista con el programa Vida y Liberta de Carola Antezana, volvió a salir ante la opinión pública luego de mucho tiempo, para reiterar su apoyo a Kushner, quien se encuentra encarcelado con una sentencia de 30 años por la figura de feminicidio, aunque su defensa ratifica que el caso corresponde a un homicidio en accidente de tránsito, cuya pena máxima es de ocho años.
En este nuevo contexto, la ciudadana española que reside en Bolivia, reveló que desde el primer momento luego del accidente de la madrugada del 19 de agosto de 2015, Galindo y Álvarez levantaron a Kushner como un trofeo político del colectivo feminista Mujeres Creando y punta de lanza para aplicar la Ley 348.
Antes que se declare la muerte de la joven, cuando todavía convalecía en una clínica privada, Álvarez escribió en el chat de trabajo de Dentaria, la empresa donde Aramayo trabajaba y Kushner era propietario, con el mensaje de “¡William feminicida!”, recordó Martínez.
Ya para la primera audiencia de medidas cautelares contra Kushner, Galindo estuvo presente en juzgados haciendo gala de sus relaciones de poder con el entonces vicepresidente Álvaro García, dijo la entrevistada.
Galindo llegó a la primera audiencia en una movilidad el Ministerio de Gobierno e incluso dijo que “tenía una silla en la Vicepresidencia”. La expresidenta de Diputados, Gabriela Montaño, también se encontraba en la sala y luego de colgar su celular, sentenció “este feminicida se va a San Pedro” y así sucedió.
Ese primer día de audiencia, además, las seguidoras de Galindo agredieron a la exesposa de Kushner a tal punto de golpearla y meterle en la boca una hoja de papel con la palabra “asesino”.
Sobre Mariana Prado, quien fue pareja de Kushner cuando ambos eran estudiantes en el exterior, Martínez recordó que la entonces ministra de Planificación, “tuvo la gentileza de llamar a Galindo y comentarle que ‘por si acaso, mañana voy a declarar a favor de William’, sin tener porqué darle explicaciones a esa persona”.
En torno a los antecedentes del caso y la relación entre Kushner y Aramayo, Rita Martínez negó que la muerte de la víctima se haya dado de forma premeditada, porque además hubo un hecho similar una semana antes de la tragedia, con un incidente en un local de comida, cuando la joven de 27 años también intentó retener a Kushner para evitar que éste se retire. Al día siguiente, la joven le escribió una disculpa mediante WhatsApp.
“Me has detenido en contra de mi voluntad, a la mala. Y encima creían que yo era el malo. Me he salvado de que llamen a la cana (policía). Sin motivo”, respondía Kushner a Aramayo, casi de forma premonitoria a lo que pasaría cuatro días después.
Martínez asegura tener 17 pruebas periciales, incluyendo los últimos chats de la pareja, que fueron corroboradas por el Instituto de Investigación Forense (IDIF) que, sin embargo, no fueron tomadas en cuenta en la etapa de juicio por “feminicidio” que concluyó en una sentencia de 30 años de cárcel para el acusado.
Aramayo, agregó la entrevistada, además tenía un diagnóstico de síndrome de border line, es decir, un Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), que interfiere en las relaciones interpersonales con cambios bruscos en el comportamiento y aquello era conocido por las personas allegadas a la pareja.
Martínez reconoció que el error de la defensa siempre fue “no responder ante toda la campaña de activismo” que Galindo y su grupo hicieron para terminar de estigmatizar a Kushner como “un agresivo, un violento y un feminicida de clase privilegiada”.
En este contexto, en el que Galindo amenaza de forma pública a una mujer que figura como candidata a la Vicepresidencia, reiterando todos los adjetivos contra Kushner, es que Martínez pide que se pare a la jefa de Mujeres Creando y deje de manipular el caso, pues ese amedrentamiento político recae en su familia, en especial en sus dos hijos menores de 16 y 14 años, que llevan casi una década visitando a su padre en el penal de San Pedro, todos los fines de semana.
Martínez finalizó lamentando la muerte de Aramayo y la orfandad de su hija, una niña que hoy ya es una adolescente de 17 años, pero reprochó la forma en la que Galindo, Álvarez y el colectivo feminista han direccionado el caso con el único objetivo de tener un trofeo para su causa ideológica.
“Yo defiendo a William, pero sobre todo voy a defender la dignidad de mis hijos hasta el último aliento de mi vida”, concluyó.
https://youtu.be/JBiNERTlhOg