Trabajadores de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) S.A. denuncian una serie de presuntos abusos e irregularidades cometidos por parte de algunos integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de Agua y Saneamiento (SUTAS) hacia sus afiliados.
A pesar de que el objetivo fundamental de los sindicatos es mejorar las condiciones laborales, salariales y bienestar general de los trabajadores, fuentes que pidieron mantener en reserva su nombre por temor a represalias internas, afirman que el SUTAS está incumpliendo sus propios estatutos e incurriendo en irregularidades que deberían ser investigadas.
Los afiliados al SUTAS aportan mensualmente más de Bs 30.000. Sin embargo, los trabajadores denuncian que el sindicato no ha realizado ninguna rendición de cuentas desde el inicio de su gestión. Esta situación genera cuestionamientos sobre el uso de los fondos y la falta de transparencia en su administración.
De igual forma, se reveló que una auxiliar de enfermería que es miembro del SUTAS, Nelby Crispín, distribuyó medicamentos vencidos durante la gestión 2023-2024. La encargada de salud también amedrentó a los médicos contratados para la empresa, tratándolos de manera inapropiada y amenazándolos con interrumpir sus contratos o de negarles la opción de firmar un segundo contrato.
«Había una doctora muy buena, humana sobre todo, iban mis compañeros, principalmente obreros, y les regalaba tratamientos completos con las muestras médicas, pero ella (Crispín) le dijo que no debe hacerlo, que si no le hace caso le hará despedir. Y, al parecer, ya no la contrataron a esa doctora y no sabemos qué hacen con las muestras médicas», relató un trabajador.
Sobre esta trabajadora también se denuncia que incumple sus horarios laborales dentro de EPSAS y para evitar descuentos en planilla «va donde la persona que se encarga del registro biométrico y le hace modificar el horario bajo amenaza de que, si no lo hace, tendrá a todo el sindicato en su contra».
En la gestión 2023, se restituyó a los afiliados al SUTAS un bono del 0.07%, un monto que la empresa retiene de la masa salarial destinada a sueldos. Sin embargo, no todos los trabajadores recibieron este beneficio. Según los denunciantes, Crispín intercedió solo por sus allegados para que se beneficiaran de ese bono, incluso a aquellos a quienes no les correspondía.
Este medio informativo trató de comunicarse con Crispín, pero no obtuvo respuesta.
Por otra parte, durante la gestión pasada, el SUTAS envió a Giovana de la Cruz como delegada de EPSAS a la Confederación de Luz – Fuerza, Telecomunicaciones, Aguas y Gas de Bolivia (CSTLFTAGB). Esta confederación ha sido liderada por Rubén Darío Quispe por más de 20 años. La denuncia señala que Giovana de la Cruz no cumplía con los requisitos exigidos por el Estatuto de la Confederación.
Por ejemplo, el artículo 35 de dicho Estatuto establece que un delegado debe tener al menos seis años de antigüedad como dirigente sindical, requisito que De la Cruz no poseía, ya que no tenía ni un año de experiencia. La aludida es hija del dirigente alteño Roberto de la Cruz.
De la Cruz explicó que la elección de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional se efectúa por voto nominal directo con la intervención de todos los delegados titulares acreditados ante el Congreso como lo indica el artículo 36 del Estatuto; por tanto, ella solo cumplió con ese mandato al cual fue nominada.
«Mi persona solamente respetó el mandato de las bases que me eligieron en asamblea como delegada titular al Congreso desarrollado en Tarija el año 2024. Dicho mandato fue ratificado en el Congreso al postularme como miembro del Comité Ejecutivo ocupando la cartera de Secretaría de Actas sin haber existido observación alguna respecto a mi candidatura y por lo tanto, dándome legitimidad y posterior legalidad a través de la Resolución 580/24 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social», respondió.
Los trabajadores aseguran tener audios de varios de estos casos, que confirmarían los abusos cometidos dentro del sindicato. Finalmente, advierten una clara complicidad del actual ejecutivo del SUTAS, Wilfredo Paredes, quien amenaza a todo aquel que intenta hacer alguna denuncia interna en EPSAS.
“El autoritarismo que ejerce el secretario general del sindicato sobre los trabajadores que hacemos el intento de realizar algún reclamo es aterrador, dejando de lado los postulados de defensa a los trabajadores”, concluyeron los denunciantes.