Colaborador de Romero publicó texto que señala a García Linera de crear “estructura monstruosa” de corrupción

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Una publicación que denuncia que el exvicepresidente Álvaro García Linera creó una “estructura monstruosa” de intereses económicos alrededor del Estado causa polémica en el país, en esferas políticas y en el Movimiento al Socialismo. Después de cinco días de haber sido compartida la misma, el exministro Carlos Romero se retractó y borró el post en las últimas horas.

La exautoridad compartió en Facebook un artículo firmado por Marcelo Gutiérrez Vacano, quien denuncia que, durante los 14 años en la vicepresidencia, Álvaro García Linera logró crear una “estructura monstruosa de intereses económicos alrededor del Estado boliviano” y que el empresario Carlos Gill es su “socio” y “testaferro”.

El mencionado artículo se titula “Álvaro y su sonrisa condescendiente. Parte 1. El negocio macro con su socio y testaferro: Carlos Gill Ramírez”.

“García Linera apareció después de tres años, la última vez que se lo vio fue cuando partieron con Evo Morales hacia México después de concretarse el golpe de Estado el 2019 y posteriormente lo vimos muy escueto casi obligado cuando Evo retornó a Bolivia de Argentina el 2020. Silencio absoluto y replegamiento completo en el ámbito político fueron los comunes denominadores de este personaje. Sin embargo, volvió aparecer misteriosamente dos veces en los medios justamente después que Carlos Romero denunció actos de corrupción en YPFB y ATB, con una intencionalidad de querer desviar la atención, creando una cortina de humo y con ello concentrar la narrativa en él”, indica en la primera parte del artículo.

“Con un discurso rimbombante como nos tiene acostumbrados, pero carente de sentido y cuerpo analítico, nos habló de llamar a la ‘unidad’, de que a él lo único que le interesa es el ‘bienestar del pueblo’ y que como ‘revolucionario’ ve que se lo tiene que dejar gobernar al presidente Arce. Son muchos los desprevenidos que no conocen a este oscuro personaje y su método de actuar, para ellos debemos mostrar claramente cómo siendo vicepresidente por casi 14 años y a espaldas del entonces presidente Evo Morales logró crear una estructura monstruosa de intereses económicos alrededor del Estado boliviano que a la larga fueron en contrasentido con la misma política del proceso de cambio y de las organizaciones sociales, y cómo hasta el día de hoy sigue vigente aquella estructura”, se denuncia.

La publicación compartida por el exministro Romero se conoce después de que García Linera apareció en los medios de comunicación para realizar un llamado a la unidad ante la pugna interna que afecta al Movimiento Al Socialismo (MAS).

Según la publicación compartida por Romero, su otrora compañero de fórmula y expresidente Evo Morales lo calificó como un “enemigo más” porque supuestamente se habría inclinado por la corriente llamada “renovadora” del partido.

Según el artículo de Gutiérrez Vacano, el hermano de Álvaro (Raúl) “es clave para entender todo el proceso, ya que Álvaro no actuaba solo, respondía a una estructura que logró crear con el tiempo con grupos de jóvenes de clase media de discurso ‘marxista’ como generación Evo y Columna Sur y varios intelectuales de clase media vinculados al PNUD y a la fundación Friedrich Ebert, que cooptaron los principales puestos de varios ministerios en el gobierno de Evo Morales y que actualmente continúan en el aparato estatal como veremos posteriormente”.

En el artículo se indica que, “sobre todo la relación con algunos grupos empresariales fue decisiva en la construcción de intereses económicos en varios sectores de la economía en torno al Estado como ser ferrocarriles, hidrocarburos, infraestructura, tierras, minería, logística, agro negocio, transportes, comunicaciones, construcción, medios de comunicación, educación y últimamente se encuentran incursionando en el narcotráfico con su protegido Eduardo del Castillo”.

Después detalla que el exvicepresidente tuvo conexiones por demás evidentes con el empresario Carlos Gill Ramírez, con la familia Saavedra y con la familia Del Castillo.

“A confesión de parte relevo de pruebas, el empresario paraguayo-venezolano Carlos Gill nos decía a finales del 2019 que Álvaro era el ‘gerente del país, que todo pasaba por él y no así por Evo Morales’. Este empresario no es nada menos que el dueño principal de los ferrocarriles Oriente y Occidente de Bolivia, dueño de Gravetal (empresa soyera más grande de Bolivia), dueño de los siguientes medios de comunicación: ATB, La Razón y Extra; dueño de la constructora Cottiene y Gomes Núñez que estuvieron a cargo de la construcción de los teleféricos en la ciudad de La Paz, de las torres de control para los radares de aviación, de las estaciones satelitales de regasificación, de la Asamblea Legislativa, entre otros. Se debe mencionar que la concreción de todos estos negocios se da desde el año 2009 hasta el 2018…En síntesis las empresas creadas y los lobbys realizados fueron centralizados en los sectores estratégicos de la economía boliviana en su gran parte por Carlos Gill Ramírez y su concreción fue lograda mediante su relación con el ex vicepresidente”, indica.

“Por todo ello, estamos hablando de miles de millones de dólares en los cuales tuvo aprobación y participación de García Linera y su estructura, claramente todo debería ser retribuido. El gran error del expresidente Evo Morales fue confiar ciegamente en este individuo, por suerte ya se dio cuenta…solamente el paso del tiempo nos está permitiendo constatar el tamaño del negociado a espaldas del país…”, explica.

Asimismo, señala que “todo lo mostrado son hechos concretos y contundentes, datos duros e irrefutables. Muchos grandes hombres ya nos han llamado la atención varias veces de lo maligno para el país que era este individuo como ser Felipe Quispe, Orlando Gutiérrez, Filemón Escobar, Chato Peredo, Carlos Villegas; lamentablemente no los escuchamos; sin embargo, es hora de despertar del letargo al que nos tiene acostumbrado este triste personaje, quien, según él, mira con una sonrisa condescendiente a quien lo critica, diría por el contrario que más bien esa sonrisa es de mofa de burla y de asco hacia nuestro pueblo, está por demás evidente que no le interesa nada más que su bolsillo y el poder. Somos muchos los que nos dimos cuenta que es el verdadero enemigo”. (Marcelo Gutiérrez Vacano)

Al finalizar la lectura de la publicación en el programa Detrás de la Verdad, el exministro Carlos Romero, con referencia a la publicación del artículo mediante Facebook sostiene: “fue compartido erróneamente por un miembro de mi equipo de comunicación, no refleja ni mi posición ni mi forma de pensar”. “Reconocemos valientemente nuestro error”, acotó.

Al respecto de todas las acusaciones, el exvicepresidente no emitió criterio alguno.

//FUENTE: EL DIARIO//