Entre el barro, el silencio del pantanal y la amenaza constante de la selva, Pablo Andrés Velarde, piloto de apenas 27 años, vivió una de las pruebas más duras de su vida: sobrevivir al accidente de su avioneta y mantener con vida a sus cuatro pasajeros, entre ellos un niño, durante casi dos días sin comida, sin agua y rodeados de caimanes.
La aeronave, que cubría la ruta Baures – Trinidad, sufrió una falla en pleno vuelo. “No había estancias ni caminos, lo único que vi fue pantano. El aterrizaje fue brusco, la avioneta quedó boca abajo”, relató aún con la voz quebrada por la emoción.
Desde el miércoles al mediodía hasta la madrugada del viernes, el grupo permaneció en medio de la nada. “No pudimos tomar agua, la gasolina contaminó todo a nuestro alrededor. Lo único que logré sacar fue chivé, y con eso nos mantuvimos”, relató. El chivé, alimento tradicional a base de harina de yuca, fue su única fuente de energía.
La noche fue su enemiga. “Los mosquitos no nos dejaron dormir, los caimanes y las víboras nos rodeaban. Nos vigilaban toda la noche, pero no se acercaban por el olor a combustible”, narró con crudeza.
El piloto, que obtuvo su licencia a finales de 2021, enfrentó su primer accidente grave con una entereza admirable. Mantuvo la calma, consoló a sus pasajeros, e hizo lo posible por protegerlos.
La esperanza volvió con el sonido de voces en la oscuridad. “Escuchamos botes, empezamos a alumbrar con la linterna del celular y a gritar. Era una familia de pescadores, eran hartos”, recordó. Ellos estaban empezando a evacuarlos en bote, hasta que llegó el helicóptero de rescate.
“Ya no aguantábamos una noche más”, dijo finalmente, con un suspiro de alivio que resume el milagro de la supervivencia y la fuerza de un piloto que se convirtió en héroe sin buscarlo.
Las labores de rescate fueron posibles gracias a las alertas y la labor de los pescadores de la comunidad Pedro Ignacio Muiba.
En la avioneta viajaban cinco personas: el piloto Pablo Andrés Velarde y los pasajeros Roberta Robertina Velarde Aulo, Patricia Coria Guary, Mirta Fuentes Cardozo y un menor de edad identificado con las iniciales I.T.C. ahora todos reciben atención médica en hospitales de Trinidad.
- ///FUENTE: TAXI NOTICIAS BENI///
