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CLAUDIA MALLÓN
De un tiempo a esta parte el escenario político en nuestro medio se torna en una suerte de talk show que nos recuerda claramente la frase de un conocido programa televisivo: ¡Que pase el desgraciado!
De manera más concreta nos referimos al escenario por demás bochornoso que se vive en el Concejo Municipal de Cochabamba donde mujeres concejales de la bancada oficialista de la alianza SUMATE, el oficialismo, y del partido opositor Movimiento Al Socialismo (MAS) continúan generando un ambiente hostil que está muy lejos de ser un espacio legislativo y fiscalizador como manda la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley de Municipalidades.
Se escuchan acusaciones de uno y otro lado, todas apuntan al que, en el imaginario de quienes se denominan víctimas, es el malo de una historia mal contada.
Sin embargo, ese alguien ganó la elección municipal con más del 51 % y cabe resaltar que las concejalas en cuestión son ilustres desconocidas que se escudan en un discurso fabricado con frases como: “Somos mujeres jóvenes”, “soy madre”, “mantengo a mis hijos” y “solo queremos fiscalizar”, entre otras tantas.
De esta manera, nos transportan al año 2020, a la fallida candidatura presidencial de Jeanine Añez cuando básicamente se explotaba solo su condición de mujer y madre sacrificada.
Entonces, nos preguntamos si nuestro género femenino nos libera de toda responsabilidad al momento de insultar, gritar, e incluso golpear al prójimo.
Recordemos a Juana Azurduy de Padilla allá en el periodo independentista y la misma Amparo Carvajal en 2023, mujeres que pasaron y pasan a la historia por su lucha en la defensa de ideales y consignas; estos ejemplos nos llevan a reflexionar que ellas sí son un claro y verdadero ejemplo de lucha.
En pleno siglo XXI vemos con tristeza y preocupación cómo, por angurria de protagonismo mediático, se hecha por la borda el verdadero sentido histórico de la lucha por la reivindicación de los derechos de las MUJERES.
CLAUDIA MALLÓN VARGAS
Analista Política
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21