Los recortes de gastos federales dentro del gobierno estadounidense de Donald Trump, continúan. Lo que ocurrió en febrero pasado con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), fue solo una parte de esas reducciones. Esta vez, la Administración republicana propone disponer de 163.000 millones de dólares adicionales al eliminar programas que considera considera “woke” o “derrochadores”.
La propuesta detalla recortes como la eliminación de “3.500 millones de dólares utilizados por el Departamento de Estado de Biden para facilitar la migración ilegal masiva bajo la premisa de un estatuto de refugiado en su mayoría falso” o la desfinanciación de programas de energías verdes. Sin embargo, la propuesta está contenida en el presupuesto para el año fiscal 2026, por lo que los planes de Trump dependen de la aprobación del Congreso por mayoría simple. Si bien los republicanos son más en ambas cámaras, la ajustada ventaja podría traer complicaciones frente al lobby demócrata.
Más allá de eso, el total de esos 163.000 millones de dólares representa un 23 % de reducción de gastos “no relacionados con defensa” para el año 2026, marcando “el nivel más bajo desde 2017”, según la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca. El objetivo del gobierno estadounidense es aumentar el gasto militar en 13 % y las asignaciones para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en 65 %, “lo que garantiza recursos para poner fin a la invasión fronteriza”. Mientras eso ocurre, el gobierno de Trump decide enviar ayuda militar a Ucrania.
Trump, cada vez más amigo de Zelenski y más enemigo de Putin
La información de que el Departamento de Estado aprobó la posible venta de entrenamiento y mantenimiento de aviones F-16 a Ucrania, junto con equipos relacionados, por un valor de 310 millones de dólares, fue informada por el Pentágono. Aunque el gobierno de Volodímir Zelenski recibió otros aviones de parte de la otrora Administración Biden, este acuerdo “es independiente de eso”, apunta Reuters.
Es decir, los pasos de la Casa Blanca van hacia mayor inversión en defensa, mientras que parte de esta se destinaría como ayuda militar a Ucrania en la guerra contra Rusia. Esto también va contra afirmaciones pasadas de Trump cuando criticó a su antecesor, Joe Biden, por el envío de recursos a Kiev y luego, cuando este permitió el uso de armas estadounidenses para atacar dentro de suelo ruso.
El cambio de actitud está relacionado con el acuerdo para la explotación de tierras raras que Trump finalmente firmó con Zelenski luego de varios roces y de la conversación que tuvieron en el Vaticano el mismo día del velorio del papa Francisco. Allí ambos establecen el Fondo de Inversión para la Reconstrucción Estados Unidos-Ucrania y, entre sus muchas cláusulas, se indica que las futuras entregas de armas estadounidenses serán contabilizadas como contribución a este fondo.
Al tratarse de un acuerdo, Ucrania garantizaría que EE. UU. mantenga su palabra de seguir suministrando recursos. Es un punto a favor de Zelenski y la evidencia de que Trump se está inclinando más hacia el bando ucraniano en lugar del ruso. Otra prueba es que funcionarios estadounidenses preparan nuevas sanciones económicas contra Rusia. Los objetivos, según una exclusiva de la agencia de noticias, serán Gazprom “e importantes entidades involucradas en los sectores de recursos naturales y banca” para presionar a Vladímir Putin de poner fin a la guerra.
- ///FUENTE: PANAM POST///