Tras 51 días Amparo Carvajal reabre las puertas de la APDHB y avasalladores salen del lugar

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El abogado Ricardo Rodríguez informó que existe un acuerdo con el dirigente Edgar Salazar. El cónsul de España acompañó a la activista de 84 años, quien también se retiró del lugar

Redacción VISOR21

Luego de 51 días de vigilia, 11 de ellos durmiendo en una terraza, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, logró un acuerdo con la facción dirigida por Edgar Salazar, afín al MAS, para que termine la toma del edificio central de esa institución, en La Paz. El cónsul de España en Bolivia, Guillermo Gil, acompañó a Carvajal, quien también salió del lugar por la puerta principal.

“La Policía quitó el resguardo que había sobre Amparo Carvajal, de forma posterior, al parecer, se ha llegado a un acuerdo con el sector Edgar Salazar, determinaron que tanto el grupo que había tomado las oficinas como ella abandonen el edificio. La señora Amparo Carvajal salió por la puerta principal acompañada del cónsul de España, Guillermo Gil”, informó a VISOR21, el abogado Ricardo Rodríguez.

El letrado dijo que se realizará un inventario de todo lo que se encuentra dentro de las oficinas y que Carvajal se retiraría a su domicilio, mañana podría someterse a una revisión médica. Rodríguez señaló que es probable que un grupo reducido de policías se quede para resguardar el edificio.

La salida de Carvajal se dio a las 22:20, aproximadamente. En la puerta de la APDHB se dirigió con palabras de agradecimiento a todas las personas y activistas que la acompañaron durante los 51 días de vigilia. Las mismas recibieron la noticia como un triunfo, aunque aún se desconoce los pormenores del acuerdo.

El hecho se registró luego de que hoy por la tarde, un juez había negado una nueva acción de libertad presentada por Carvajal contra autoridades de Gobierno y el dirigente Remberto Cárdenas. La autoridad judicial recomendó el inicio de acciones penales en caso de que tanto la Policía como Salazar y Cárdenas incumplan una anterior resolución, que señalaba que debían permitir el acceso a los servicios básicos a la activista de 84 años, quien permaneció aislada en la terraza de la APDHB desde el 11 de julio y se vio obligada a usar pañales.