Sueños de un lunes por la mañana

CAROL CANALES VILLARROEL

Lunes por la mañana, el desayuno me llena de energía, después una rutina de ejercicio en un parque cercano a casa. Mientras disfruto cada bocado, pienso en los últimos cambios que se han dado desde hace un tiempo. Por ejemplo, los espacios públicos se han mejorado y se orientan a lograr que los ciudadanos puedan disfrutar de los mismos y no se conviertan en espacios donde proliferan los comerciantes informales por un lado y la basura por otro.

En ese desayuno me apresuro a revisar las últimas noticias, a través de mi dispositivo móvil que desde hace un tiempo se ha convertido en mi oficina andante, trabajar para una empresa multinacional exige que uno esté conectado a toda hora, sin embargo, gracias a las inversiones en telecomunicaciones, en el país obtener una velocidad 5G ya no es problema. Incluso ha permitido, a varias personas, el uso de varios dispositivos de última generación, no sólo en las ciudades si no también desde el área rural.

Desde que Bolivia ha adoptado una posición de país productor y exportador de alimentos, muchas áreas productoras y agroindustrias se han potenciado. Antes de que el gobierno reformule la política cambiaria, potenció a varias industrias del país, que tienen una creciente demanda mundial. Cacao, café, tarwi, palmitos, frutas deshidratadas, aceite de soya, almendras, productos de madera y cuero son las agroindustrias que han potenciado su posición en el mercado local e internacional y son las empresas que han traído los tan ansiados dólares que han dado un respiro a nuestras reservas internacionales netas.

Potenciar el rubro de los alimentos implicó que las agroindustrias relacionadas, generarán un nuevo rubro de tratamiento de residuos compostables y reutilizables, tanto para el uso de fertilizantes que son utilizados para la cosecha de los mismos productos, así como en la generación de fibras naturales que podrían usarse, hasta en la industria textil. Estos nuevos rubros han promovido el surgimiento de varias startups enfocadas a los negocios sostenibles. En este campo, ya existen unas cuantas empresas, que tenían que lidiar con un mercado inundado de plásticos de un solo uso y productos descartables de baja calidad, provenientes de la importación. El cambio en la política cambiaria ha frenado esa tendencia de importaciones inservibles, una bocanada de aire fresco hacia el ecosistema emprendedor.

Mantener este ecosistema de startups, ha acercado a la academia con las empresas. Por fin la investigación y desarrollo ven una sinergia que se aplica a la realidad, una realidad que por muchos años ha catalogado a un país cómo subdesarrollado, pero que al fin comienza a tomar otro rumbo. El rumbo de un país que por muchos años se ha engañado con la idea de que los recursos naturales, por sí solos, dan riqueza.

El último trago de té, me trae de nuevo a nuestra subdesarrollada realidad, esa que va por el sentido contrario, esa que golpea, esa que duele. Nos han enseñado que soñar no cuesta nada; lo que no nos han dicho es que los sueños se trabajan y construyen; no hay recetas o milagros, la suma de pequeños esfuerzos logran grandes cosas, por ese camino es donde quiero andar ¿me acompañas?

CAROL CANALES VILLARROEL

Licenciada en Comercio Internacional, Mgr. en Dirección en Comercio Internacional, Consultora en Comercio Internacional y Estrategias Comerciales, Docente Universitaria.

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21