Regalitos, chocolatadas y politiquería a nombre del niño Jesús

OSCAR ARCE 

Son estas épocas que yo considero las mejores de todo el año, por ese clima de espiritualidad, de convivencia con la familia y por supuesto, el flujo económico que trae alimento a muchas familias que viven del día a día. Obviamente todo se vuelve turbio gracias a nuestros amigos los “políticos” tanto zurdos como progres (progresistas, de centro) cuando en ese su eterno afán de parecer solidarios, desprendidos, etc. terminan contaminando estas fechas.

En días previos a la Nochebuena, se puede ver distintas “autoridades” que con ese “inconmensurable desprendimiento” se dedican a la “noble” tarea de llevar una tacita de chocolate, un pedacito de panetón y un juguetito de Bs5 a muchos niños en las zonas periféricas.

Desde cierto punto de vista parece una tarea noble y desprendida, pero prefiero mostrar lo pernicioso que está detrás de estas acciones.

Primero; está el hecho de que la autoridad o funcionario público lo hace con ese afán prebendal, de que la sociedad los vea como entes que son solidarios y les gusta dar sin pedir nada a cambio. Totalmente falso, es justamente esa visión que tienen muchos bolivianos de pensar que si es un corazón tierno o bondadoso es un candidato que puede MANEJAR un país, una región, un grupo etc. Craso error. Segundo; creen que la única forma de salvar la pobreza es mediante un ente paternal que “regale”, que obsequie y que obligue a los ricos a dar parte de su dinero a los “más necesitados”, otra premisa totalmente errada e ignorante. Tercero; creen que estas fiestas representan lo peor de la cultura y acusan al capitalismo de ser malvado y que hay gente pobre que no podrá tener un regalo por culpa del sistema. Otro tremendo error. Todos estos errores son justamente producto de una ignorancia total acerca de cómo se genera la pobreza y de cómo salir de ella. Se cree absurdamente que regalar al pobre o quitar al rico es lo que salvará a los pobres.

Desde el punto de vista liberal y conservador, estas fechas reflejan más que todo la espiritualidad y que la unión en la base fundamental de la sociedad, la cual es la familia, es el foco de estas fiestas. Punto importante. Pero fundamentalmente los liberales en su mayoría abogamos por el tema, como dije al principio, del flujo económico que trae alimento a muchas familias que viven del día a día.

Los progres y zurdos creen en su propia falacia, de sentirse bondadosos, dadores con un alto desprendimiento y muchos lo hacen con el dinero público, ni siquiera de sus bolsillos u obligan a sus subordinados trabajadores públicos a dar una cuota para el chocolatito y los regalitos, para que lo vean como “el ser bondadoso” y muchos llaman a la prensa para que perniciosamente vean y traten de decir que estos “hacen algo”.

A propósito de panetones y juguetes, cabe indicar que gracias al capitalismo hace 20 años, comprar panetón era mucho más caro, en términos de paridad de pago, hoy gracias a las economías de escala los costos de producción abaratan los precios y la competencia entre entes privados hacen que este producto sea muy accesible a personas de bajos ingresos; de la misma manera los juguetes, gracias a la producción en masa y a los bajos costos de producción que tienen muchos países, hace posible que en el mercado se encuentre variedades para cubrir los requerimientos de los más pequeños en cada familia.

Por tanto, la única forma de salvar la pobreza y de que estas familias puedan tener una chocolatada con panteones y brindar muchos regalos a sus seres queridos es por medio del TRABAJO, no hay otra manera y la forma para que se genere oferta laboral es con inversión privada, economías de escala y por supuesto, condiciones para que se pueda dar esa inversión (impuestos bajos, quitar leyes laborales malas, seguridad jurídica, quitar excesivas regulaciones estatales), lo que no existe en nuestro país.

Mientras esto no suceda tendremos a estos politiqueros de quinta que preparan sus chocolatitos en vasos de plástico dando su pedacito de panetón y un juguetito con plata de los bolivianos y de otros (nunca de sus bolsillos) para que al final del día se sientan “moralmente superiores” por su “desprendida” acción pensando que la sociedad los verá como líderes que necesitan estar en esos cargos bien pagados por el Estado.

El capitalismo es, sin duda alguna, una de las mejores formas que ha brindado el ser humano para salir de la pobreza y para dejar de depender de estos tipejos y si en el futuro apostamos por este sistema sus chocolatitos, sus pedacitos de panetón y su regalito los podremos mandar donde ya sabemos. Feliz Navidad y bendiciones del niño Jesús a mis compatriotas bolivianos.

OSCAR ARCE

Economista liberal y conservador social. Seguidor de la Escuela Austriaca de Economía.

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21