Posturas mixtas sobre los ataques de Hamás en América Latina

Los gobiernos y dirigentes políticos de América Latina han respondido con posturas mixtas a los atentados del grupo palestino Hamás en Israel y a la posterior reacción de las fuerzas israelíes con bombardeos en la Franja de Gaza.

Combatientes de Hamás incursionaron por sorpresa en territorio israelí durante el amanecer del sábado, en un ataque armado no visto en décadas, matando a cientos de soldados y civiles, tomando además como rehenes a otros 150, según Israel.

El gobierno israelí respondió prometiendo vengarse del ataque y bombardeó entre lunes y martes múltiples objetivos en la Franja de Gaza. Dijo haber recuperado el control del sur del país y de la frontera, mientras se reportaban 1.600 muertes en ambos bandos.

Algunos líderes de América Latina condenaron con vehemencia el ataque del sábado, mientras otros expresaron solidaridad con la lucha histórica de Palestina, criticando las acciones de Israel durante los 75 años del conflicto territorial y social.

Defensas a Palestina

Gustavo Petro, presidente de Colombia, se mostró particularmente reflexivo sobre el violento conflicto entre israelíes y palestinos, hasta el punto de escribir en la red social X: “si hubiera vivido en la Alemania del 33 hubiera luchado al lado de los judíos y si hubiera vivido en Palestina en 1948 hubiera luchado del lado palestino”.

La cancillería colombiana corrigió un comunicado inicial donde había condenado “el terrorismo” del sábado para publicar otro, este lunes, donde obvió el término y expresó su “enérgica condena a las afectaciones a civiles” en territorio de Israel.

Petro, por su parte, insistió en redes sociales en que su gobierno anhelaba “que no haya ni un solo rehén en todo el territorio de Palestina e Israel”. También, opinó que el campo de concentración nazi de Auschwitz estaba “calcado en Gaza”.

El embajador de Israel en Bogotá, Gali Dagan, consideró que esas comparaciones eran “terribles”, mientras que el Congreso Judío Mundial las consideró “un insulto” a los 6 millones de víctimas del holocausto y al pueblo israelí en general.

Venezuela, que rompió relaciones con Israel en 2009, no condenó el ataque de Hamás y su cancillería abogó por “una negociación genuina” entre Israel y Palestina.

El presidente Nicolás Maduro acusó el lunes a Israel de cometer “un genocidio” contra Palestina, sin detener sus comentarios en los atentados del sábado.

En su programa semanal, afirmó que el gobierno israelí adelanta “un nuevo apartheid” en Gaza, mediante “masacres brutales contra el pueblo palestino”.

Denunció la presunta manipulación de algunas imágenes divulgadas de “los sucesos violentos” en Israel, antes de acotar: “hay que buscar de dónde viene todo esto”, mencionando “el asedio” y “el bombardeo” contra la Franja de Gaza.

Argentina, donde viven entre 300.000 y 400.000 judíos, la mayor comunidad israelí en América Latina y la quinta en el mundo, repudió los ataques de Hamas.

El presidente argentino Alberto Fernández, un líder político considerado como parte del bloque izquierdista de América Latina, manifestó su “enérgica condena al brutal atentado terrorista contra el Estado de Israel” y le ofreció asistencia humanitaria.

Polémicas en Chile y México

El canciller de Chile, Alberto van Klaveren, calificó lo ocurrido en Israel como “un ataque terrorista”. “El uso de la fuerza contra civiles en conflictos, incluso en defensa propia, nunca es aceptable”, añadió el funcionario, pidiendo el fin de la violencia.

Gil Artzyeli, embajador de Israel en Chile, de quien el presidente Gabriel Boric se negó temporalmente a recibir sus cartas credenciales hace 1 año, consideró “desafortunado” que el canciller “ponga en duda” el derecho de Israel a defenderse.

El gobierno de Boric manifestó su “absoluta condena” a lo ocurrido el sábado y extendió sus condolencias a las familias de las víctimas y su “solidaridad con el pueblo de Israel”.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, por su parte, reprochó “el uso de la fuerza contra civiles” y, tras reafirmar que su país se rige por los principios de no intervención en asuntos extranjeros, aseguró: “no queremos guerra”.

“Lo más irracional que puede haber es la confrontación, el uso de la fuerza y la guerra (…) no queremos víctimas por las guerras”, insistió.

Israel expresó su “inconformidad” por la postura del mandatario de México, que debió ser, a su juicio, “más enérgica y decidida”. La embajada israelí exigió al gobierno de López Obrador una condena más clara contra el grupo islamista Hamas.

“Como la historia nos ha enseñado repetidamente, mantener una posición neutral en lugar de tomar partido implica, en última instancia, respaldar y apoyar al terrorismo”, recriminó la delegación diplomática de Israel ante el Estado mexicano.

Bukele compara a Hamás con “bestias salvajes”

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, dijo que Hamás no representa a los palestinos y comparó a sus militantes con los miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, a cuyos integrantes ha arrestado su gobierno por cientos.

Bukele, que reivindicó su ascendencia palestina, consideró que “lo mejor que le podría pasar al pueblo palestino es que Hamás desaparezca por completo” y calificó a sus combatientes como “bestias salvajes”.

“Cualquiera que apoye la causa palestina cometería un gran error al ponerse del lado de esos criminales. Sería como si los salvadoreños nos hubiéramos puesto del lado de los terroristas de la MS13, solo porque compartimos ancestros o nacionalidad”, reflexionó en su cuenta de la red X, antes Twitter.

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, se declaró “conmocionado” por los ataques de Hamás y se comprometió con que su país no escatimaría esfuerzos para “evitar la escalada del conflicto” en Medio Oriente.

Además, llamó a la comunidad internacional a continuar las negociaciones para terminar la crisis mediante la garantía de “la existencia de un Estado palestino, económicamente viable y que coexista pacíficamente con Israel dentro de sus fronteras seguras”.

Hablan Managua, La Paz y La Habana

El gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, “condenó” el agravamiento “del terrible conflicto israelí-palestino”. Sin referirse al ataque de Hamás, dijo en un comunicado el sábado que “cada vez se generan más víctimas y dolor en familias inocentes”.

Managua condenó la “trágica y dramática situación que empeora continuamente”, antes de criticar “la soberbia, la ceguera, incomprensión e inacción de la comunidad internacional y particularmente de las Naciones Unidas”.

Nicaragua dijo que se ha solidarizado “siempre con la causa palestina” y llamó a la comunidad internacional a pronunciarse “para detener esta nueva masacre de hermanos” para iniciar “un diálogo para defender la vida de todos”.

Bolivia, que también interrumpió sus relaciones con Israel en 2009, declaró su “profunda preocupación” por “los eventos violentos” en la Franja de Gaza. Criticó asimismo la “inacción” de las Naciones Unidas.

Cuba, gobernada por Raúl Castro, expresó que lo ocurrido el sábado es “consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel”.

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