Por fin dijeron la verdad

ANDRÉS GÓMEZ

¿Puede un Presidente que llegó a Palacio por vía democrática derrocar a la misma democracia?

Sí.

Sucedió en Bolivia, entre 2009 y 2019. Te lo voy a contar.

La democracia burguesa-liberal, descalificada así por la izquierdista maximalista, dio la bienvenida, a través del camino legítimo: el voto popular, a dos políticos que la denostaban y los condujo hasta Palacio.

El nacimiento democrático de un gobierno no garantiza que en el ejercicio del poder sus acciones sean democráticas. Para evitar probables excesos, todo sistema democrático pone límites a los gobernantes. Uno de esos límites es la Constitución.

Evo Morales, Álvaro García y su partido ratificaron ese límite con un cambio: una sola reelección del Presidente y Vicepresidente. El binomio lo rompió para las elecciones de 2014 con la complicidad de miembros del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que rifaron la calidad de poder neutro y poder moderador de esa institución para ponerse al servicio de dos políticos.

Roto el límite principal, procedieron a desmontar las instituciones democráticas mediante cuatro procedimientos:

Violación de normas constitucionales

Abuso de poder.

Desprecio a las libertades civiles.

Violencia contra los opositores.

La anulación de instituciones y la ruptura de límites generan una grave consecuencia para la democracia: la acumulación de poder.

Cabalgando sobre el poder acumulado, desafiaron al soberano a frenarlos en su objetivo de eternizarse en el poder convocando a un referendo el 21 de febrero de 2016 (21F). El soberano los frenó en seco.

En lugar de acatar el mandato popular lo desobedecieron al igual que el límite constitucional y re-re-re-repostularon sus candidaturas. En las elecciones de 2020, el soberano los volvió a frenar. Esta vez hicieron algo peor: alteraron la voluntad popular a través de un fraude.

En consecuencia, se convirtieron en gobernantes ilegítimos y antidemocráticos. Por tanto, el pueblo ya no estaba obligado a obedecer a dos mandatarios que le habían desobedecido y se trazó un objetivo: restituir la democracia.  En 20 días de protestas callejeras, reequilibró el sistema.

Tumbó a un gobierno, pero no a la democracia.

¿Cómo respondieron ambos mandatarios? Desleales a la democracia hasta el final, planificaron el vacío de poder. Renunciaron, ordenaron dimitir a la línea de sucesores, fugaron y dejaron al país sin gobierno a merced de sus grupos violentos.

Su amor por Bolivia se puede traducir en una frase: nosotros nos salvamos, para el resto el apocalipsis.

Recientemente, dos asambleístas del MAS confirmaron que Morales pidió al dirigente de la COB, Juan Carlos Huarachi, y a otros solicitar en esos días de crisis su renuncia. El objetivo de la revelación fue demostrar que Evo armó los pseudeoeventos de la crisis de 2019. Gran parte de la gente concluyó que el llamado golpe es pseudoevento.

Por fin, los hermanos del MAS dijeron la verdad sin proponérselo: Nunca hubo golpe. Hubo reequilibrio de la democracia. Señalo las razones:

La gente salió a salvar la democracia, no a matarla.

Los gobernantes Morales y García querían sepultar la democracia.

La tarde del 10 de noviembre de 2019, ya no había gobierno. ¿Contra quién fue el golpe si ya no había gobierno?

Salvo el Ejecutivo y el electoral (por orden de los mandatarios), el resto de las instituciones democráticas seguían funcionando.

Como todavía seguía respirando la democracia, las fuerzas políticas acordaron en noviembre una solución política y constitucional al vacío de poder. El MAS no cumplió el acuerdo e inviabilizó la solución en la ALP con el objetivo de ver si los resultados violentos del vacío de poder le favorecían.

Si no iba a ser Jeanine Añez, ¿quién iba a asumir el mando?

En ese mismo momento, detrás de Jeanine Añez sólo quedaban las FFAA como poder moderador o golpista. La revelación fue hecha por el ex comandante del ejército, Jorge Mendieta que fue testigo de un diálogo telefónico entre el comandante en Jefe de las FFAA, Williams Kaliman Romero, y don Evo, el lunes 11 de noviembre de 2019.

¿Qué conversaron Kalimán y don Evo?

“En el momento que estaba por despegar (don Evo hacia México), el señor Comandante en Jefe coloca en altavoz su teléfono y le reclama al señor presidente por qué estaba dejando el país en este momento, porque había una amenaza muy fuerte de El Alto que bajaba mucha gente”, contó Mendieta.

“Y, textual, el señor expresidente en ese momento indica al general Kalimán que nosotros como militares hemos estudiado para eso y somos expertos en negociación; que las bases le habían sobrepasado”, agregó.

Si Kalimán no quería que se vaya don Evo, ¿por qué pidió su renuncia?

Los hechos, las declaraciones y las recientes revelaciones de dos diputados masistas señalan que es muy probable que el mismo don Evo haya pedido a Kalimán solicitar su renuncia. Esa solicitud fabricada sirvió para fabricar el “golpe”. Si ante el caos, Kalimán tomaba el mando, el cálculo de los gobernantes ilegítimos se iba a cumplir: golpe militar.

Kalimán fue parte de la estrategia del vacío de poder. Por eso, no actuó de inmediato como le sugirió el expresidente. Dejó que la violencia arrase. Al final, asumió una decisión democrática obligado por sus camaradas.

Por lo visto, hoy hay que cuidar la democracia más que de un militar desubicado de políticos que llegan al gobierno por vías democráticas, pero sus acciones son antidemocráticas.

ANDRÉS GÓMEZ VELA

Periodista y Abogado

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21