“¡No a la guerra!”: así protestan algunos rusos contra la invasión a Ucrania

Una mujer se paró en silencio a solo unos metros de una esquina del Kremlin con un cartel de papel que decía “no a la guerra”. Duró solo unos minutos antes de que la policía antidisturbios la llevara a una camioneta allí apostada.

Luego estaba el hombre que sostenía un cartel que tenía asteriscos escritos en lugares donde estarían las letras de las palabras “no a la guerra”. También duró solo unos minutos fuera de los muros del Kremlin antes de ser detenido.

O la mujer que fue arrestada después de pararse frente a la Catedral de la Iglesia de Cristo de Moscú con un cartel con el sexto mandamiento bíblico escrito en él: “No matarás”.

La desobediencia civil nunca ha sido un asunto sencillo en Rusia.

En los últimos años, los grupos de oposición y los partidos políticos más pequeños han logrado que los manifestantes salgan, y no solo en Moscú y San Petersburgo. Cuando el Kremlin se movió para reformar el sistema nacional de pensiones en 2018, un número considerable de rusos salió a las calles en oposición.

El cruzado anticorrupción Alexéi Navalny y su equipo constantemente sacaron a sus partidarios, desafiando las palizas policiales y otras medidas represivas. Y luego el líder opositor fue arrestado y encarcelado, y su movimiento político en ciernes aplastado.

Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, las autoridades rusas han ido aún más lejos para eliminar cualquier voz disidente, cualquier esfuerzo de desobediencia civil y cualquier crítica pública no solo de la guerra, sino también de la conducta militar y del gobierno.

Aún así, algunos rusos se resisten y muestran oposición al conflicto. OVD-Info, una ONG rusa que ha rastreado los arrestos policiales durante años, ha contado docenas de incidentes.

Domingo Sangriento

Yevgenia Isayeva, una artista y activista de San Petersburgo, se puso un vestido blanco y se paró frente al edificio del ayuntamiento en la concurrida Nevsky Prospekt.

Luego se echó pintura roja sobre sí misma y cubrió un lienzo frente a ella, mientras cantaba “mi corazón sangra”. El lienzo frente a ella contenía un llamado a los transeúntes para que no apoyaran la guerra en Ucrania. Su manifestación del 27 de marzo duró unos siete minutos antes de que la policía la detuviera.

El medio local de noticias Fontanka también informó que una jubilada que estaba parada cerca fue abordada por la policía porque llevaba una copia del periódico independiente Novaya Gazeta. No fue detenida.

Despliegue incomunicado

El tema de dónde se despliegan los soldados, tanto reclutas como voluntarios o soldados contratados, se ha convertido en un tema delicado dentro de Rusia, y los miembros de algunas unidades dicen que no reciben información o incluso les mienten abiertamente.

El 20 de marzo, en la región de Karachai-Cherkessia, en el sur de Rusia, seis mujeres bloquearon el tráfico a través de un puente en una aldea remota y exigieron que las autoridades proporcionaran información sobre los familiares que habían sido enviados a Ucrania.

Según los periodistas, los manifestantes exigieron información sobre los soldados contratados que fueron enviados a Ucrania, después de lo cual dejaron de comunicarse.

Las mujeres fueron detenidas acusadas de realizar una manifestación política no autorizada.

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