Internacionalizando empresas con valores

Internacionalizar es la capacidad de una empresa por comercializar o localizarse fuera de su territorio de origen.  En este proceso, existen etapas que van desde una compraventa de productos hasta la implementación de subsidiarias de ventas o producción. Si bien en la teoría parecería que son escalones que se pueden ascender, no es una tarea fácil. En cualquiera de las etapas, aparte de conocimientos técnicos-teóricos se requiere un elemento que hoy en día presenta un déficit: los valores.

Se entiende por valores a todas las cualidades de un grupo de personas por las que pueden ser bien apreciadas. Hay una connotación social fuerte, en aquellas cualidades que se consideren apreciadas para una sociedad. No es en vano lo que se repite “vox populi”: hay una crisis de valores, principalmente porque las sociedades están divididas.

Históricamente las empresas han jugado un rol importante dentro de cualquier sociedad. Existe una visión anticuada del rol que tienen las empresas, basada en la creencia que debe existir un jefe o dueño que actúa como un capataz que explota a los empleados. Sin embargo, las empresas son las que a través de una estrategia, conectan necesidades, productos, empleo, riqueza; es decir actores protagónicos para el crecimiento y desarrollo de sociedades y países.

Existe una relación directa entre el bienestar y el rendimiento de las personas. Las empresas que han empezado a trabajar en el mejoramiento del bienestar de su entorno y su capital humano han visto buenos resultados en el mercado, de sus productos o servicios. La lógica nos lleva a inferir que si se tiene mayor número de empresas que impactan en los mercados positivamente, se puede generar flujos financieros importantes, crecientes, que lleven a un enfoque diferente de la economía.

El mercado internacional, global y exigente, es un espacio donde hoy se ven muchas actitudes empresariales basadas en el ¨todo vale¨. A pesar de aquello, también se ve la otra cara de la moneda, en organizaciones que han decidido apostar sus cartas bajo la estrategia del bienestar, es decir, apostar a ser EMPRESAS B (*).

El movimiento B es una asociación de empresas que han visto en la sostenibilidad, mantenimiento de valores y cooperación cómo el camino para trascender. Ser una EMPRESA B implica que la estrategia ya no es competir, sino contribuir. Todas las acciones de una empresa B están basadas en una mejora continua y tienen un propósito empresarial-socioambiental como modelo de negocio. Se enfoca en que teniendo negocios que miden su éxito no sólo en los indicadores financieros sino en el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra de forma simultánea, buscando ser un AGENTE DE CAMBIO.

Las organizaciones que se denominan EMPRESAS B, forman parte de un movimiento mundial creado en abril de 2012 en América Latina, que han generado una red que permite que las empresas que quieran cambiar los patrones del intercambio en el mundo se certifiquen bajo esta denominación y busquen un sistema empresariales donde los valores del movimiento estén presentes, estos son: Co-construcción, Pasión, Diversidad, Interdependencia, Cuidado e Innovación.

Una certificación de EMPRESA B, al igual que muchas otras certificaciones disponibles, no sólo abren oportunidades de diferenciación, a la vez nos dan la oportunidad de mencionar al mundo que los valores no se han perdido y para construir un mundo mejor, hay que deconstruir esos pensamientos y trabas arcaicas.

(*) Para mayor información de empresas B visite: https://www.sistemab.org/

CAROL CANALES VILLARROEL

Licenciada en Comercio Internacional, Mgr. en Dirección en Comercio Internacional, Consultora en Comercio Internacional y Estrategias Comerciales, Docente Universitaria.

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21