Industriales plantean congelar el ajuste salarial de 2022 para precautelar el empleo y la productividad

La Cámara Nacional de Industrias (CNI) a través de su nuevo presidente, Pablo Camacho rechazó la demanda planteada por la Central Obrera Boliviana (COB) al Gobierno nacional de incremento salarial del 10% al salario mínimo nacional y del 7% al haber básico. Advirtió que de aprobarse, el sector se sumiría en una mayor y crítica recesión al aparato productivo nacional y se perderían empleos formales.

“El 2022 para precautelar por la reactivación económica, la producción nacional y la generación de empleo productivo y formal se debe congelar el ajuste salarial” sostuvo en conferencia de prensa.

En un análisis económico y productivo dijo que el 2021 se experimentó una tasa de recuperación del PIB de 6,11%, cuando en 2020 la economía se contrajo en -8,83%, es decir, las empresas en el país aún no alcanzaron el nivel de actividad económica registrado en 2019 y se encuentran en recesión.

También señaló que el incremento salarial generará un efecto negativo de ralentización y postergación de la reactivación de la economía, ubicando a las empresas en una delicada situación de mayor iliquidez y riesgo de insolvencia.

El impacto de la Covid – 19 ha sido desigual a nivel de cada uno de los departamentos y rubros industriales, advirtió Camacho quien dijo que algunos departamentos se encuentran experimentando varios años de contracción económica como el caso de las industrias de Tarija y Chuquisaca.

“Las empresas aún no salen de los efectos adversos de la pandemia de la Covid – 19 y  la crisis de suministros internacional –crisis de contenedores- que encarecen los costos de materia prima e insumos industriales y ahora se encuentran con los efectos negativos por la invasión de Rusia a Ucrania, sobre los costos de importación de insumos, materias primas y bienes de capital”, expresó.

En este contexto dijo que un incremento salarial ahondará la crítica situación de las industrias, más aún de las medianas, pequeñas y micro unidades productivas.

“En 2021 se registró una tasa de inflación de 0,9% y en 2020 de 0,67%, lo cual significa que se mantuvo estable la capacidad adquisitiva del salario en los dos últimos años”, dijo.

El Salario Mínimo Nacional (SMN) de Bolivia es el quinto más alto entre 10 países de Sudamérica, aseguró el ejecutivo de los industriales a tiempo de resalar que el incremento salarial aumentará los costos de producción en Bolivia generando una mayor pérdida de productividad y competitividad de la producción nacional respecto de los países vecinos, impulsando las importaciones.

A incrementar los costos laborales dijo que se desincentivarán aún más la inversión y producción nacional y, en contrapartida, se incentivarán al contrabando y la informalidad.

“El Gobierno Nacional impulsa la sustitución de las importaciones y el incremento salarial va en contrasentido de esta política estatal. El incremento salarial impulsa al contrabando y desindustrializa Bolivia”, dijo.

En esa línea advirtió que el incremento salarial sólo aumentará el empleo informal y precario que no aporta con impuestos al Estado y no genera empleo con seguridad social de corto (salud) y largo plazo (jubilación).

Solo el 14% de la población ocupada en el país recibe el incremento salarial que acuerdan el sector público y la COB.

Por cada punto de incremento salarial se pierde alrededor de 10 mil empleos en Bolivia, según los cálculos de la Cámara Nacional de Industrias.

“La CNI expresa que el contexto adverso que deparará el incremento salarial para las industrias en el país llevará a una mayor recesión y retroceso del aparato productivo nacional”, aseguró.

//FUENTE: BRÚJULA DIGITAL//