JORGE SANTIESTEVAN
Estamos en una nueva etapa donde impera la era cibernética, que atañe a una “otra versión de Orden Mundial” con nuevas formas de encarar los desafíos del futuro; un mundo donde surgen poderosos sistemas de control global y de armas basadas en la teoría cuántica, precedido por el dominio del ciberespacio, dominio del espacio marítimo, aéreo y terrestre con submarinos y armas nucleares, a corto plazo el dominio con estaciones en la luna luego marte, con capacidades para controlar el mundo a enormes distancias y ocasionar tanto daños como seguridad a la tierra.
El surgimiento de otra versión de orden mundial se da porque el actual sistema denominado nuevo orden mundial (NOM) esta completamente marchito, con una ONU en decadencia, con países sin condiciones de generación de riquezas y alimentos suficientes para sus poblaciones, menos para la preservación de la paz como premisa del hombre en la tierra.
El ataque de Rusia a Ucrania, se produce en un entorno de gran debilidad de occidente, sin respuestas efectivas, ya que las sanciones económicas no surtieron efectos para Rusia luego de invadir a Crimea. Occidente demostró que no esta dispuesto a pelear cuando EEUU abandonó Afganistán sin ofrecer resistencia a los talibanes que tomaron el poder por la fuerza en ese país y no fueron capaces de emplear sus medios materiales, también occidente permitió el crecimiento y expansión del Ejercito Islámico, así como de grupos terroristas en países claves de Europa, medio oriente, áfrica subsahariana, entonces ¿Cómo como ejecutar sanciones, si las mismas se aplican en momentos de debilidad?.
La ofensiva militar de Rusia a ucrania, con cientos de bajas civiles que están fuera del teatro de guerra, atenta al derecho internacional relativo a la conducción de las hostilidades según los convenios de La Haya, Ginebra y otros instrumentos jurídicos sobre la guerra como la carta de las NNUU, al concentrar bombardeos a centros poblados para sembrar el terror y obligar a los ciudadanos a levantarse contra el gobierno de ucrania; esta situación le permite a Rusia una ventaja militar que todavía no ha podido consolidar mediante su ofensiva relámpago, que fue contenida por el patriotismo de los ucranianos, organizados en resistencias civiles, para encarar una guerra asimétrica, como estrategia de lucha para combatir en inferioridad de condiciones y por larga duración o laxitud, con el fin de ganar tiempo estratégico mientras la OTAN refuerza con armas y logística a ucrania para sostener, resistir y desgastar a los rusos.
Otra de las características de este conflicto es la guerra de la desinformación y la cobertura cibernética que emplea Rusia para desmoralizar a su oponente, sin embargo, chocó con un pueblo y liderazgo altamente patriótico. Entre los objetivos políticos de Rusia en esta guerra son: 1. frenar a la OTAN en la ampliación de estados miembros hacia el Este. 2. mantener la presencia militar en ucrania y lograr el apoyo de la población e inmigrantes rusos. 3. robustecer a los insurgentes hasta consolidar un gobierno pro ruso, 4. consolidar un eje imperialista “Rusia-China” de defensa del Asia, empezando con la ocupación de Taiwan por parte de China y Ucrania por parte de Rusia. Para ello, los objetivos militares de Rusia, son: 1. lograr la neutralización de las principales bases aéreas y terrestres, así como proteger el canal que abastece de agua potable desde ucrania a la península de Crimea, 2. proteger los dúctos subterráneos de petróleo hacia Europa; 3. garantizar el control del paso hacia el mar negro; 4. aislar a ucrania cercando todo su territorio para restringir el apoyo logístico y militar desde Europa, expropiando armas y medios logísticos, como medio de represión económica, y 5. capitulación de las FFAA y gobierno ucraniano.
Por otra parte, puntualizar que el gobierno Ruso no es socialista ni comunista, y se opone a la expansión globalista como al foquismo populista, proveniente de occidente que atentan a los principios y valores morales de la sociedad, promoviendo la ideología de género, abolición de la religión, aborto, matrimonios del mismo sexo, abolición de las fronteras y cárceles, etc,.
Finalmente como dice Hemingway: no hay nada más horroroso que la guerra, salvo una cosa “LA DERROTA”, y probablemente occidente decida no optar por esta última opción, por tanto ¿hasta dónde está dispuesto occidente a ceder, antes de pulsar el botón de la tercera guerra mundial?
JORGE SANTIESTEVAN JUSTINIANO
Coronel en Servicio Pasivo. Abogado y Docente Universitario.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de Visor21.