«El decálogo del hombre igualitario», un futuro distópico sobre el socialismo en EEUU

 

Washington DC fue víctima de un ataque biológico en el año 2040, esto lleva a las autoridades estadounidenses a mudarse a Nueva York. En ese escenario Bernard Goebbels asciende como líder progresista, respaldado por Gendarmería del Pensamiento que vigila y controla a los ciudadanos. Los «progretarios», esos adeptos que lo respaldan, están acompañados por unos robots en forma de abejas con la tarea de «cuidarlos», aunque no sea más que una forma de vigilancia y control.

Este es el escenario en el que se desarrolla «El decálogo del hombre igualitario», una novela escrita por Emmanuel Rincón, abogado, escritor, exeditor de PanAm Post y actual editor de El American. Una obra de ficción basada en un futuro distópico que no dista mucho de la realidad actual. Comenzó a escribir la novela hace dos años, cuando la pandemia del COVID-19 iniciaba con los estragos. Tomando como referencia el movimiento progresista estadounidense, sumado al adoctrinamiento que está impartiéndose a niños en las escuelas a través de la teoría crítica de la raza, redactó la historia como un futuro que podría desarrollarse dentro de 20 o 30 años. Sin embargo, no hizo falta esperar tanto. Lo que relata está ocurriendo hoy, con la complacencia del actual gobierno estadounidense, apoyado en el Partido Demócrata.

El intento de ciertos grupos políticos por tratar de igualar a todos los seres humanos a través de la fuerza o a través de legislaciones es uno de los aspectos fundamentales en la historia. «Cada vez hay un discurso mayor de una gran parte de la prensa internacional, agencias internacionales, ONGs y políticos de izquierda para hacer ver como si las desigualdades entre seres humanos fueran algo esencialmente malo», explicó Rincón a PanAm Post, a propósito de su nuevo libro, ya disponible para quienes quieran sumergirse en la historia del mundo no tan lejano que plantea.

La fórmula del socialismo en EEUU

Otro aspecto que acecha a la sociedad de hoy es la insistencia sostenida para acatar las doctrinas del Gobierno o de los políticos «como si ellos fuesen una especie de ente supremo, divino o superior que siempre tienen la razón sobre todas las cosas. Si tú dudas de los postulados que ellos llaman expertos del Gobierno o de su entorno, automáticamente te tildan peyorativamente de fascista, de nazi, de teórico conspirativo, incluso de terrorista».

No es casualidad que el líder se llame Bernard Goebbels. El nombre proviene del Bernie Sanders, senador izquierdista radical que se ha deshecho en elogios hacia la dictadura cubana y la Unión Soviética. El apellido, se debe a Joseph Goebbels, el encargado de la propaganda de nazi entre 1933 y 1945.

Cabe destacar que el socialismo presente en Estados Unidos no es igual al que hoy se empeña en dominar a América Latina. El de Venezuela, por ejemplo, es un modelo con un discurso de lucha de clases, más hacia la ola soviética, explicó el autor.

El de EE. UU. es más progresista. «Sí existe un poco de lucha de clases pero ellos van por otra forma. Ellos han empezado todo este tema de igualdad entre hombres y mujeres. Un supuesto racismo donde la primera lucha no es de ricos contra pobres, sino que están basando esa lucha en temas de géneros y raciales», acotó.

«Y en efecto, los últimos años EE. UU. se ha convertido en un país sistemáticamente racista pero con discriminación positiva. Ahora están tratando, a través de legislaciones, estímulos y beneficios a minorías, de excluir a los blancos como si fuesen criminales. Están tratando de culpar a las personas que viven en la actualidad de todos los crímenes y aberraciones que se cometieron hace 150 años contra afroamericanos».

Ultra vigilancia estatal

No es un secreto cómo las Big Tech estadounidenses encubren y defienden los postulados progresistas a través de la censura. Esto fue lo que llevó a los CEO de Facebook, Twitter y Google a tener que rendir declaraciones ante el Congreso el año pasado, luego del asalto al Capitolio.

Censuraron numerosas cuentas, etiquetaron contenido y posteriormente Twitter anunció una herramienta para que los mismos usuarios acusaran a otros por supuestamente transgredir normas. Ha sido todo un tema de estudio con énfasis en el destierro ejecutado contra el expresidente Donald Trump. No hay que olvidar el nexo de estas tecnológicas con el Gobierno federal.

«El vigilantismo estatal es cada vez mayor. Hay supresión de discurso contra personas que no están de acuerdo con esta línea progresista. De las que piensan que el Estado debe participar mucho menos en la vida de las personas y de aquellas que consideran que la libertad debe prevalecer por encima de cualquier autoritarismo», explicó Rincón.

De ahí su idea de las avispas patrulleras plasmadas en «El decálogo del hombre igualitario». Pero así como hoy hay quienes cuestionan las imposiciones del progresismo, el protagonista Dorian Blair también se enfrentará a dilemas morales. Al final deberá decidir si se rebela al alienante sistema.

//FUENTE: PANAM POST//