EEUU intenta nuevas sanciones ante proyecciones económicas optimistas para los no alienados

Mientras las economías de los países del denominado bloque no alineado de Cuba, Venezuela y Nicaragua reportan cifras optimistas, el gobierno de Joe Biden apunta a crear nuevas sanciones como la reciente de congelar la asistencia no humanitaria, no relacionada con el comercio.

Así lo determinó el líder Demócrata en diciembre de 2021, cuando se apeló a las metas de lucha contra la trata y tráfico de personas, y se señaló a ese bloque de países “por debajo de los estándares mínimos de cumplimiento”.

El memorando de Washington citó que EEUU “no proporcionará asistencia no humanitaria, no relacionada con el comercio ni permitirá fondos para la participación en programas educativos y de intercambio cultural para funcionarios o empleados de los Gobiernos de Cuba, la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Eritrea, Nicaragua, Rusia y Siria”.

La medida se proyectó para el año fiscal 2022 y dejó excluidos de dichas medidas por razones de “interés nacional”, Argelia, Malasia, Turkmenistán y Venezuela, en lo que se ve como una ruptura en la rigidez de la Casa  Blanca, sobre todo hacia los países latinoamericanos.

Pese a esas acciones, las proyecciones económicas desde entidades como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) o el banco Credit Suisse de Suiza, son optimistas para La Habana, Caracas y Managua.

La CEPAL, según reporte del portal RT, pronosticó que la economía cubana crecerá un 3,5 % en 2022, y las de Venezuela y Nicaragua deberían ver incrementos del 3 %. Estas cifras están todas por encima del promedio regional de 2,1% para América Latina y el Caribe que significa una caída importante de aquel 6,2% alcanzado en 2021.

“La caída de las tasas de crecimiento del consumo se intensificará a partir de principios del próximo año, en un contexto en el que la recuperación del mercado laboral ha sido poco dinámica y el aumento de la inflación tendrá un impacto sobre la renta disponible y el gasto de los hogares. A ello, podemos sumar la incertidumbre por la pandemia, que persistirá a lo largo de 2022”, analizó la CEPAL para la región en su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y El Caribe.

A su vez, el banco de Suiza predice que la economía de Venezuela podría crecer hasta 4,5% en 2022 y dice que el crecimiento de 2021 podría incluso llegar al 8,5%.

En ese contexto, analistas consideran que por un lado, la administración de Joe Biden nunca vio a América Latina como una prioridad y también se evidencia que las sanciones económicas ya no tienen el impacto de otras décadas.

Tras cumplirse el primer año de gestión de Biden, en enero, el vicepresidente del Consejo de las Américas, Eric Farnsworth, reconoció que las políticas para el hemisferio no fueron suficientes.

“Latinoamérica nunca iba a ser una prioridad para el gobierno de Biden, simplemente iba a haber una forma diferente de relacionarse con la región. Esa fue la promesa (…) Después de un año, tenemos expectativas incumplidas para la región, y una oportunidad verdadera para relanzar un enfoque efectivo”, explicó a Los Ángeles Times.

A su turno, el columnista estadounidense residente en Praga y corresponsal de la agencia Xinhua, Bradley Blankenship, expuso en RT que las medidas de Washington van perdiendo efectividad en el último tiempo.

“Una de las principales razones por las que las sanciones ya no son tan efectivas es que las contradicciones son tan obvias. El público estadounidense no cree que tengan la intención de abordar los derechos humanos y está viendo cada vez más cómo pueden matar de hambre a la persona promedio. Los países de todo el mundo también ven esto, y también se dan cuenta de cómo les duele esta lógica perversa (o la falta de ella)”, escribió.

Blankenship agrega el factor de la Ruta China, por los acercamientos de los países no alineados al comercio con el gigante asiático.

“Dejando a un lado las excepciones, otra razón importante por la que las sanciones ya no son tan efectivas es que los países afectados simplemente están aumentando los lazos comerciales entre ellos. Cuba y Venezuela, así como Nicaragua, disfrutan de estrechos vínculos desde hace algún tiempo. Estos están ayudando a compensar la holgura que la coerción económica está teniendo en sus respectivas economías, y una lista creciente de países sancionados por EEUU en todo el mundo solo significa más oportunidades para una asociación estratégica”, dijo.

Además de la Iniciativa de la Franja y la Ruta – BRI (por Belt and Road Initiative) o Nueva ruta de la Seda, el columnista añade los nexos conformados con Irán, Rusia y Siria.

“Una clave importante del éxito de Venezuela han sido sus crecientes vínculos comerciales con Irán, otro país en la mira de Washington, además de la profundización de los lazos con Rusia y China. Además, Cuba firmó recientemente el BRI de China y lo mismo hizo Nicaragua, que también restauró los lazos diplomáticos en su totalidad con Beijing”, concluyó.

Con esas premisas, las políticas de Biden sobre la región parecen encaminar a EEUU a un aislamiento y deterioro que le dejará fuera del papel de primera potencia del mundo en el siguiente lustro.

//FUENTE: RT / DW / L.A. TIMES//