Después de múltiples intentos electorales fallidos, Salvador Allende se hizo con la presidencia de Chile en 1970, gracias al apoyo brindado por el Partido Demócrata Cristiano en la segunda vuelta congresal. La elección de Allende fue histórica, pues fue el primer “marxista declarado” que se hacía con el poder a través de las urnas. Para ese entonces es apropiado recalcar que Chile, era un país con graves problemas económicos. El gobierno de Allende fue atroz, para ponerlo en un contexto más fácil de entender, parecido al gobierno actual de Luis Arce, pero multiplicado por diez. Allende administró un gobierno nefasto que hundió a Chile en la miseria total y en la incertidumbre. No es exagerado decir que estaban a nada de la hecatombe. Creo que de Allende haber cumplido su ciclo constitucional, habría terminado destruyendo Chile y lo habría convertido en otra Cuba, después de todo él mismo dijo que su objetivo era el mismo que el de todos los comunistas, pero por “otros medios”.
Augusto Pinochet asumió el cargo como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas en agosto de 1973, después de la renuncia de Carlos Prats. Hasta el último momento, Pinochet dudó sobre si debía llevarse a cabo un alzamiento para derrocar a Allende. Mas viendo en lo que estaba convertido su país y en que si no se actuaba de manera tajante, el comunismo podría instaurarse, decidió sumarse y liderar la junta militar que se hizo con el gobierno.
El golpe fue muy violento, pero en parte el responsable fue Allende, quien en vez de ser razonable y abandonar el cargo en paz, decidió atrincherarse en la “Moneda”, para combatir hasta el final. Unos dirán que es valentía, por mi parte lo considero estupidez, era una batalla perdida. De esta forma el líder comunista terminó suicidándose y las Fuerzas Armadas se hicieron con el mando para buscar recomponer su país. El balance de Allende no fue democracia ni crecimiento, fue violencia, anarquía, caos, miseria y confrontación. Un presidente inepto que llevó a su país a la catástrofe total, su gobierno era un peligro para la supervivencia de su país.
Si bien es cierto que los primeros años del gobierno de Pinochet fueron muy duros y la crisis económica aumentó, lo más importante, que era la instauración del orden, se logró. Esto implicó no solo detener a grupos radicales comunistas, sino a otros grupos subversivos que no hacían más que propagar violencia. Que Chile hoy sea un país disciplinado y seguro, es gracias al régimen de Pinochet.
Respecto al tema económico, para los años ochenta, se aplicó un neoliberalismo puro, gracias al plan de gobierno creado por los “Chicago Boys”. Plan que trajo grandes resultados y logró el despegue económico de Chile como nación. Sin estas políticas económicas y un régimen fuerte que pudiera implementarlas correctamente, hoy nuestro vecino no sería lo que es. Respecto a temas jurídicos, se elaboró una nueva Constitución, una que logró dar seguridad jurídica a Chile y que es tan fuerte y buena, que sigue vigente hoy. La clave de un buen crecimiento y estabilidad legal, es una buena Constitución.
Lo que se le puede reprochar al general chileno es su dureza y autoritarismo, muchas de sus acciones en ese sentido fueron controversiales. Mas también es oportuno entender el contexto de Guerra Fría de esos tiempos y el grado de anarquía en el cual vivía Chile.
Si nos vamos a un balance general, vemos que Pinochet resultó ser un excelente gobernante y Allende, el “demócrata” admirado por muchas personas, uno que estuvo a nada de destruir su país. Uno logró convertir a Chile en un país estable y atractivo económicamente; el otro lo llevó a la miseria. Uno consiguió un país seguro; el otro tuvo a su país al borde de la anarquía. Pese a sus sombras, Pinochet fue un gran presidente y un líder que sí supo guiar a su país en tiempos de incertidumbre, algo que no tuvieron otros países, sin ir lejos Bolivia.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
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