Defensor del Pueblo: en 3 años Cruz administró Bs 116,4 millones de presupuesto

 

En tres años de gestión interina, la defensora del Pueblo Nadia Cruz administró un presupuesto de 116,4 millones de bolivianos. Según la rendición de cuentas de la gestión 2021, en el año pasado hubo una  disminución del presupuesto, pese a que se incorporó a la institución un servicio que antes dependía del Ministerio de Justicia.

“Prácticamente el presupuesto  (anual) de la Defensoría del Pueblo representa sólo el servicio personal (sueldos). Este pago significa un 52% del presupuesto, si sumamos las consultorías en línea llegamos a un 80%”, manifestó el secretario general de la Defensoría del Pueblo, Luis Fernando Munguía Sánchez, en la rendición final de cuentas 2021.

Detalló que la institución defensorial cerró  2021 con 220 servidores públicos en la administración central, en las nueve delegaciones departamentales y en las nueve coordinadoras regionales. De este total, 92 eran consultores en línea y 128 trabajadores de planta. Aclaró que la cifra es un promedio.

116,4 millones en tres años

El 30 de enero de 2019, tras una polémica renuncia del titular, Nadia Cruz fue designada como defensora interina del Pueblo, cargo en el que permanece hasta la fecha. Con poco más de tres años, su gestión se convirtió en el interinato  más largo en el cuarto de siglo de vida de la institución.

En este tiempo, según los  datos del Sistema de Gestión Pública (Sigep), además de los estados financieros y  las rendiciones de cuentas publicas de la entidad, la gestión de Cruz recibió una asignación total de 116,4 millones de bolivianos. De este monto, se ejecutaron 109,2 millones.

El monto para 2019 se asignó en la gestión de David Tezanos Pinto, pero fue Cruz quien lo ejecutó. De acuerdo con los estados financieros,  ese año la Defensoría del Pueblo tuvo un presupuesto vigente de 38,6 millones de bolivianos, de los cuales 36,5 millones  provenían del Tesoro General de la Nación (TGN).

Otros dos millones tuvieron como origen donaciones externas como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Fondo de las Naciones Unidas para la actividad en Materia de Población y Suecia. En esa gestión, de los 38,6 millones de bolivianos se ejecutaron 36 millones.

El presupuesto asignado más alto del quinquenio fue el de 2020. Ese año se tuvo un presupuesto de 41 millones de bolivianos. La rendición final  ya no incluye donaciones externas. La ejecución fue del 93,3%, es decir  38,3 millones de bolivianos.

Ya para 2021 el presupuesto cayó a 36,7 millones de bolivianos, incluso por debajo del presupuesto de 2019. Pero éste es el presupuesto final, el inicial era de 36 millones de bolivianos.

El incremento llegó en octubre con 716.685 bolivianos. Este monto adicional se debió a que  la Defensoría del Pueblo absorbió al Servicio para la Prevención de la Tortura (Sepret), que antes dependía del Ministerio de Justicia. La institución asumió al personal, los activos y los pasivos.

Una disminución del 10%

“Si hacemos una comparación con los recursos que teníamos en 2020 -con 41 millones de bolivianos- y la de 2021 con 36 millones, vemos que hemos sufrido un decremento del 10,41%. No sólo se debe a temas económicos que afectaron en todo el país, sino a un plan de reactivación económica que impulsa el Gobierno con un recorte a nivel estatal. En ese marco, la Defensoría también tuvo que sufrir este recorte”, afirmó Munguía.

El monto asignado es aún menor al del Ministerio de Culturas, cartera que tiene el presupuesto más bajo del Gabinete.

Munguía indicó que este decremento de unos cinco millones  de bolivianos tiene repercusiones en el funcionamiento de la entidad.

Afirmó, por ejemplo, que afecta los sueldos del personal, el mantenimiento de los predios o de los equipos,  la contratación de consultores en línea o la presencia de la institución en las diferentes regiones del país, etc.

“El recorte no impidió lograr las metas, pero hay que aclarar que no puede mantenerse. Hay que ver la posibilidad de aumentar recursos porque a futuro  puede crear problemas en cuanto a solvencia, a no poder alcanzar  las metas o no tener presencia en algunos lugares. Corresponde realizar acciones”, indicó.

//FUENTE: PÁGINA SIETE//