Ante la caída de los ingresos por la venta de gas natural a Brasil, luego de haber cesado el contrato con Argentina, la situación económica de las gobernaciones se torna complicada debido a que alrededor del 95% de su presupuesto depende de regalías, por ello plantean un pacto fiscal para modificar el tema de los ingresos, de lo contrario podrían cerrar en los próximos años, ya que Bolivia dejó de percibir más de 4.000 millones de dólares.
De acuerdo con el documento de la Fundación Jubileo, los ingresos de las gobernaciones provienen de: regalías, recursos del Fondo Compensatorio departamental, coparticipación del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD), Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), Impuesto a la participación en juegos, impuestos departamentales, recursos propios, transferencias del sector público, donaciones, préstamos externos e internos, transferencias del Gobierno central para servicios personales de salud y gestión social y saldos en bancos de gestiones anteriores.
Datos del presupuesto
El presupuesto total asignado a los nueve gobiernos departamentales (incluyendo el Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco) asciende a 9.610 millones de bolivianos, de los cuales 5.235 millones son efectivamente para la gestión departamental, mientras el saldo corresponde a gastos delegados.
El presupuesto para la gestión departamental es menor al del año pasado, con una disminución de 5%. Solo Potosí, La Paz y Chuquisaca aumentan nominalmente su presupuesto, en tanto que todos los demás departamentos registran una disminución, señala el documento de la Fundación Jubileo.
Del total del Presupuesto 2025 para la gestión de los gobiernos departamentales, Santa Cruz tiene la mayor asignación de recursos, con 24%; seguido por Potosí (20%) y Tarija (17%); estos tres departamentos suman 61% del total. La Paz tiene 12%, Chuquisaca 8% y Cochabamba cerca 8%; y los otros tres departamentos reciben, en conjunto, el restante 11% de la torta.
Los ingresos de la renta extractiva correspondientes a las regalías por hidrocarburos y mineras (más el Impuesto Directo a los Hidrocarburos), representan 65% de los recursos para la gestión departamental, lo que refleja la dependencia de estas fuentes y de sus precios internacionales.
Preocupación
Mientras tanto, el analista económico Darío Monasterio dijo que el tema de las gobernaciones en cuanto al presupuesto es preocupante, e ingresa en una crisis terminal, ya que el 95% de los ingresos dependen de las regalías.
Como es el caso de los departamentos que reciben regalías por la explotación de hidrocarburos, que son cuatro: Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y Chuquisaca, pronto se sumará La Paz, en tanto Potosí y Oruro dependen de la minería.
Explicó que las gobernaciones no tienen el mismo tratamiento en cuanto se refiere a la coparticipación tributaria, que se implementa en las alcaldías, por lo tanto, la situación es crítica ya que una disminución en los ingresos por el gas derivarán en un recorte en las transferencias estatales.
La situación es crítica y está en una fase terminal, no pueden continuar así las gobernaciones, de seguir, en dos años cerrarán sus puertas, es decir el 2027, alertó Monasterio.
Apoya la idea de que debe haber un pacto fiscal, con el objetivo de que se garantice a las gobernaciones la coparticipación de ingresos por actividad económica, por ejemplo los impuestos, destinado al desarrollo económico de las regiones.
“Es decir, obras, servicios, como el de salud, que apoyen a la productividad del departamento, sin embargo, la situación es crítica”, advirtió.
En caso de las autonomías, Monasterio explica que en lo que concierne al tema político, legislativo, hubo avances, estos no fueron acompañados de más recursos, pero sí de más competencias, que en realidad debería ser tuición del Gobierno.
Por otro lado, para el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, la caída de ingresos por el IDH afectará a su estabilidad financiera, que se puede traducir en bajar la inversión pública. También sentirán las universidades.
En cuanto a las autonomías, Bernal opina que no se ha profundizado ni descentralizado, ya que sigue dependiendo de los ingresos del Gobierno Central, que se recaudan a nivel nacional.
“No se ha profundizado el proceso de descentralización para que tengan sus propios ingresos”, reiteró a tiempo de indicar que el presupuesto que manejan las gobernaciones es inferior al que administran los municipios grandes.
Adelantó que esa situación traerá problemas para los subgobiernos.
Caída
Las gobernaciones registraron una reducción promedio de 40% respecto al promedio que percibían en los últimos 10 años, la pasada gestión la caída se aproxima al 20% y este porcentaje va en ascenso.
Por ejemplo, la Gobernación de Santa Cruz enfrentará problemas para atender a la población en crecimiento, en el área de salud, por la caída de los ingresos.
Dependencia
En varias oportunidades, el analista del sector de hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, dijo que el Gobierno enfrenta una crisis energética, desabastecimiento y otras por ingresos.
Informó que el 80% del consumo energético de Bolivia viene de los hidrocarburos, la gasolina y el diésel representan el 72%, y el resto son otros, como el Gas Licuado de Petróleo (GLP).
También tiene dependencia económica, ya que gran parte de los ingresos por la venta de gas se destinan a los subgobiernos y universidades, ante la caída de recursos la situación se complica de las regiones.
Presupuesto en gobernaciones
El Presupuesto de Gobernaciones registra nuevamente una disminución para 2025 respecto al año pasado (-5% en términos nominales). Si se considera la inflación en la actualidad, la disponibilidad real de recursos es aún menor. Los ingresos por hidrocarburos son los que registran la mayor disminución para 2025, señala Jubileo.
Actualmente, el presupuesto de las gobernaciones es menos de la mitad en comparación con el presupuesto de 2015, momento que marcaba el final de la bonanza.
- ///FUENTE: EL DIARIO///