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Los caballos que se quemaron en un incendio en Colomi, debido a que se encontraban atados, están ciegos y tienen el 60 por ciento del cuerpo herido, porque se “rostizaron” al no poder escapar debido a que se encontraban atados, contó el ambientalista y zootecnista Gregory Paz.
Dijo que si bien en un inicio, cuando fue contactado por Tunari Sin Fuego, pensaba que podía salvarlos porque los caballos estaban erguidos al verlos este viernes, luego, de recorrer un camino dificultoso, constató que su estado es “terrible” y “doloroso”.
Explicó que son caballos de montaña que en esta época del año están atados fuertemente para evitar que se coman la cosecha de avena de sus propietarios o de los vecinos. Tenían las cuerdas bien ajustadas y amarradas a estacas profundas, por lo que, no pudieron escapar del incendio que arrasó unas dos hectáreas del sector, en las alturas de Colomi.
Por sus quemaduras en el hocico no pueden alimentarse y el pelaje que desarrollaron para protegerse del frío de la montaña en esta época de invierno está chamuscado. Además, están en una zona muy fría, en una pendiente, por lo que tampoco pueden caminar para poder sacarlos.
El ambientalista recomendó realizar la eutanasia para aliviar el padecimiento de los dos caballos, por lo que se organiza un equipo de voluntarios y veterinarios que puedan realizar esta tarea.
Además, de los dos caballos se quemaron dos toros que fueron sacrificados por sus dueños para vender la carne. Otros dos toritos, también, tiene quemaduras, pero leves y sobrevivirán.
Los animales se quemaron en un incendio el miércoles que se controló, pero que no contaba con recursos como un dron para poder detectar a las víctimas, como estos caballos, por lo que los voluntarios de Tunari Sin Fuego pidieron una mayor coordinación y un trabajo con más recursos.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//