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El presidente saliente de Colombia, Iván Duque, confirmó el sábado a medios locales que el gobierno evalúa la veracidad de los reportes que están indicando que el jefe máximo de la disidencia de las desarmadas Fuezas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias Iván Márquez, habría sido abatido en Venezuela.
Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, de 67 años de edad, ha estado más de cuarenta años en la guerrilla. Nació el 16 de junio de 1955 en Florencia, capital del sureño departamento del Caquetá, y su historial indica que a comienzos de los 80 se vinculó al Frente 14 de las FARC.
“En estos momentos son informaciones que se están verificando. Estamos trabajando con nuestra Inteligencia para verificar esa información, y obviamente tan pronto tengamos alguna corroboración, informaremos oportunamente”, dijo Duque a periodistas locales de Colombia el sábado.
De confirmarse la muerte de Márquez, sería el quinto líder de las disidencias de las FARC muerto en territorio venezolano, de acuerdo al conteo divulgado antes por fuentes de seguridad.
Márquez, que fue uno de los líderes de las FARC protagonista de los acuerdos de La Habana firmados en junio de 2016, que buscó poner fin a varias décadas de lucha armada en Colombia, que dejó muertos y desplazados en la nación suramericana.
Tiempo después de la firma de los acuerdos, que tuvieron lugar en el gobierno de Juan Manuel Santos, Márquez y un grupo de exguerrilleros volvieron a las armas en lo que se conoce como la Segunda Marquetalia.
Consultado por un reportero sobre lo más reciente que tienen de información sobre la localización de Márquez, Duque afirmó: “Él ha estado en Venezuela, protegido por Nicolás Maduro, eso lo sabe el mundo entero”.
Hasta el momento de redactar la nota, no habían declaraciones al respecto de parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), denominado radiografía sobre “las trayectorias y dinámicas territoriales de las disidencias de las FARC, entre 2002 y 2011 se estima que se desmovilizaron individualmente cerca de 13.600 combatientes de esta guerrilla, pero en 2008 alcanzó una cifra máxima con cerca de 3.027 personas.
Después de la firma del Acuerdo Final, “las disidencias tomaron fuerza y la calificaron como una paz romana, impuesta”. De un solo frente -dice el informe-, se pasó a entre 16 y 18 estructuras, que integraron 1.200 combatientes.
No obstante, otros abandonaron el proceso de paz años después y volvieron a las armas, como es caso de la Segunda Marquetalia.
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