Bolivia a punto de entrar a “lista gris” de GAFI por insuficiente lucha contra lavado de dinero

Bolivia se encuentra en riesgo de ser incluida en la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) debido a avances insuficientes en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, según informaron a Bloomberg fuentes vinculadas al proceso de evaluación. La decisión oficial podría ser anunciada en la reunión plenaria del organismo programada para el 13 de junio en París.

Junto a Bolivia, también se encuentra en la misma situación las Islas Vírgenes Británicas, uno de los centros financieros extraterritoriales más importantes del mundo. En contraste, países como Tanzania, Malí y Croacia podrían ser excluidos de la lista gris tras mostrar progresos significativos.

El GAFI, organismo intergubernamental fundado para combatir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, elabora listas que agrupan a jurisdicciones con deficiencias estratégicas en estos ámbitos. La inclusión en la lista gris implica una supervisión más estricta por parte de la comunidad internacional y puede tener efectos negativos sobre la percepción del sistema financiero de un país.

Un informe de seguimiento reciente del organismo regional del GAFI destacó que Bolivia aún presenta importantes desafíos en áreas como las sanciones financieras selectivas, el control de activos virtuales y la identificación de beneficiarios reales. Estos hallazgos alimentan la posibilidad de su inclusión en la lista, lo que podría generar mayor cautela entre inversionistas extranjeros.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en 2021 que los países ingresados a la lista gris experimentan una disminución significativa en las entradas de capital extranjero, afectando el financiamiento externo y la confianza de los mercados internacionales.

El proceso de revisión actual se realiza bajo la presidencia de la funcionaria mexicana Elisa de Anda Madrazo, quien impulsó una actualización de los criterios del GAFI, incluyendo una mayor vigilancia sobre los propios miembros del organismo.

La posible inclusión de Bolivia en esta lista se produce en un contexto político marcado por las elecciones presidenciales previstas para el 17 de agosto.