BCB cambia registro y ya no considera como “deuda externa” aquellos recursos del FMI

El Banco Central de Bolivia (BCB) excluyó de la contabilización de la deuda externa del país las asignaciones y depósitos efectuados a cuentas del ente emisor por parte de organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). La decisión, según analistas, busca mostrar un menor nivel de endeudamiento del país.

El directorio del ente emisor aprobó la Resolución 023/2022 que dio luz verde al nuevo Reglamento para el Registro y Operaciones de la Deuda Pública Externa de Bolivia.

“Las estadísticas de los pasivos contables señalados en el artículo 11 del presente Reglamento serán registrados de manera separada de las estadísticas oficiales de la deuda pública externa”, indica la norma en su artículo 14.

El artículo 11 identifica como pasivos contables a los depósitos que realizan organismos internacionales como el BIRF, BID, IDA, Fonplata, FMI, MIGA y otros que tienen cuentas abiertas en el BCB para objetivos de carácter financiero, de cooperación técnica, pequeños proyectos y requerimientos administrativos, denominados estos como “monedas y depósitos”. También se ve como pasivos contables las asignaciones de Derechos Especiales de Giro (DEG) realizadas por el FMI, las asignaciones del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) y las asignaciones de pesos andinos (Flar). Se consultó al BCB las razones de la medida, pero no contestaron.

Bajo endeudamiento artificial

Los economistas Róger López, Luis Pablo Cuba y Carlos Arze coincidieron en que con la medida se busca mantener bajos niveles de endeudamiento de forma artificial, con el fin último de acceder a más créditos internacionales. “Si fuera una decisión arbitraria, que no tiene ningún asidero técnico, la decisión claramente es preocupante, porque estamos dejando de reflejar la realidad correctamente”, dijo López.

Acotó que en un contexto de debilidad en las Reservas Internacionales Netas (con las que se paga la deuda externa) tomar este tipo de decisiones genera incertidumbre y especulación, “todo lo contrario de lo que necesitan hoy los actores económicos”.

Datos del ente emisor dan cuenta de que el saldo de la deuda externa al 30 de junio de 2021 es de $us 12.566 millones. A la fecha, no se publicó el nivel actualizado de la deuda internacional adquirida ni de las asignaciones percibidas en estos más de 10 meses, como los $us 326,4 millones que recibió en DEG Bolivia en agosto de 2021 por parte del FMI.

“Esta es una situación bien compleja para el Gobierno, que está muy necesitado de generar más deuda, porque le están presionando algunos pagos y está haciendo uso de algunos fondos que habitualmente no utiliza”, sostuvo Cuba.

Endeudamiento público

Indicó que la medida puede también tener la intención de limpiar la sombra contable que dejó el préstamo de $us 327,7 millones que obtuvo del FMI el Gobierno de Jeanine Áñez para atender las necesidades de la población surgidas al inicio de la pandemia.

Esa, mencionó, “fue una deuda externa exitosa, muy rápida; no generaba ninguna dependencia o condicionamiento. Fue un error del Gobierno no asumirla y devolverla”, ya que por ello tuvo que pagar otros $us 24,3 millones en intereses y comisiones.

Arze recordó, a su vez, que uno de los indicadores que interviene en la calificación de riesgo de un país, crucial para acceder a financiamiento externo, es el nivel de endeudamiento de un país.

“Falta ver si la mirada de quienes califican el riesgo internacional, de los organismos que prestan recursos y del sistema financiero internacional va a aceptar un cálculo (de la deuda externa boliviana) de este nivel, efectuado con base en una resolución interna del BCB”.

//FUENTE: EL DEBER//