El analista y consultor político, Erick Fajardo, afirmó desde Washington D.C., Estados Unidos, que el gobierno de Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara Montaño nace con “marcapasos”, debido a su frágil estructura de unidad interna y frente a una galopante crisis económica, corrupción judicial, falta de combustible y dólares.
Fajardo señaló que la victoria de Paz Pereira en el histórico balotaje del 19 de octubre marca el inicio de una nueva etapa política en Bolivia, pero marcada por el desgaste económico e institucional, la persistencia de sectores radicales y la creciente influencia de la Policía en el escenario partidario, que ahora tiene al vicepresidente electo, Edmand Lara.
El analista vaticina el nacimiento de un gobierno con profundas debilidades, más parecido a un gobierno de transición de corta duración. “Acaba de nacer un gobierno muy débil, es un gobierno con marcapasos (…). Todo el mundo que hace análisis político en Bolivia coincide en que este gobierno difícilmente dura dieciocho meses”, señaló al diario Las Américas.
Para Fajardo, las causas de esta debilidad serían estructurales: “la economía está exhausta. El MAS liquidó, en una década y media, las reservas del Banco Central, metió mano a los fondos de jubilación y prácticamente consumió toda fuente de financiamiento público. Lo único que queda en el Tesoro son 100 millones, lo que no permite funcionar ni dos meses”.
“Una elección no arregla la economía ni disuelve la estructura de poder del MAS. Paz no está trayendo una maleta con dólares. Cuando entre a su oficina, será claro que no hay dólares en el país, que todavía no hay gasolina y que sus desafíos siguen siendo los mismos”, dijo Fajardo.
Asimismo, advirtió que Paz tendrá que lidiar con un “caballo de troya”: su vicepresidente. “La izquierda sigue dentro del gobierno, porque si usted le pide definirse al vicepresidente Edmand Lara, se va a sorprender de cuál es su autodefinición: mínimamente le va a decir que es progresista, sino socialdemócrata”.
Para Fajardo, Lara es una versión joven y moderna del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, que también representa un riesgo por su relación con la Policía Boliviana, institución que, desde cuando participó en la Revolución Nacional de 1952, tiene “una influencia directa en el poder político” y que “tejió conexiones con redes criminales internacionales” durante los gobiernos del MAS (Evo Morales y Luis Arce).
“La Policía Boliviana ha construido, con el MAS, un networking increíble con los cárteles. Ha dado cinco narcogenerales y cinco ‘exzares antidrogas’ encontrados en conspiración para traficar cocaína”, recordó Fajardo, citando como ejemplos al general René Sanabria, al exmayor Fabricio Ormachea y al exdirector de la Felcc, Maximiliano Dávila.
“Por primera vez en su historia, la Policía Boliviana tiene un vicepresidente. Eso quiere decir que ya no necesitan de políticos, ya no va a haber un ministro de Gobierno que esté encima de ellos”, resaltó al advertir que esta combinación de poder y vínculos convierten a Lara en un “potencial líder de un nuevo Cártel de los Soles”.
- ///FUENTE: AGENCIAS///


