El 17 de agosto del presente año se llevaron a cabo las elecciones nacionales. En lo personal, esperaba un ambiente tenso y violento, lleno de incertidumbre, pues todo parecía indicar que el masismo optaría por sus clásicos comportamientos antidemocráticos. Contra todo pronóstico, la jornada electoral se llevó de gran manera y no hay indicios de fraude.
Respecto a los resultados, fueron una gran sorpresa para la mayoría de la población y fue finalmente alguien relativamente nuevo (al menos a nivel nacional) quien se llevó la victoria. La dupla de Rodrigo Paz y el capitán Lara dio el gran batacazo y se impuso en el primer lugar con un sólido 31%.
Rodrigo Paz cuenta con algo que no poseen la mayoría de los políticos bolivianos hoy: buena oratoria. Tiene una gran facilidad para expresarse y transmitir sus ideas a todos los sectores de la población, algo que le cuesta, por ejemplo, a Samuel Doria Medina y a Tuto Quiroga. Por su parte, Lara es el reflejo de que la gente está harta de la corrupción y, específicamente, de los abusos de la policía boliviana.
Lo llamativo de la victoria del binomio Paz-Lara es que se da en áreas principalmente donde el MAS ganaba. No entraré en teorías especulativas, como lo hace la gente de Tuto Quiroga; más bien creo que esto es algo positivo, pues por fin ese voto identitario está siendo superado. Por fin una dupla ha sido capaz de entrar a sectores masistas y ganarse su respaldo, logrando romper el statu quo. Lo sostuve siempre: seguir bajo el espectro de MAS contra ANTIMAS (todos aquellos que se oponen al masismo pese a sus diferencias políticas) es algo que ha hecho mucho daño a la política. Después de todo, todos somos bolivianos y se debe buscar la forma de unificar al país y consolidar a la nación boliviana. Un político debe siempre enfocarse en ganar la máxima cantidad de seguidores posibles, no limitarse.
De igual forma, Paz y Lara han hecho un trabajo político real. Paz ha visitado toda Bolivia y ha realizado ese contacto directo que tanto pide la gente. Si bien el apoyo a Rodrigo Paz se da principalmente gracias al capitán Lara, no se le debe quitar mérito a éste y sus capacidades políticas. El triunfo de esta dupla me parece muy positivo y creo que es un buen paso para dejar atrás la división nacional causada por el MAS.
Respecto a Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina, se volvió a repetir la misma tendencia de siempre. Los dos siempre han candidateado contra el masismo y han perdido de manera vergonzosa; hoy, una dupla emergente con poco presupuesto los ha derrotado. Es evidente que la gente ya no quiere saber de estos políticos “viejos”. En lo personal, debo decir que Samuel cayó al tercer lugar por no haber respondido a la guerra sucia guiada por Quiroga y el MAS, quienes se unieron para darlo de “baja”.
El gran perdedor de estas elecciones es, sin dudas, Andrónico Rodríguez. Empezó siendo el gran favorito, pero los ataques de Evo fueron devastadores para su imagen, causando que ni siquiera llegara a superar el 10%. Sin dudas, Andrónico demostró tener nada de político y su desempeño fue desastroso.
Lo preocupante es la alta cifra del voto nulo, que muestra que Evo Morales, pese a ser la persona más “rechazada” de Bolivia, sigue contando con un voto duro fuerte y militancia leal. Sin muchas semanas de campaña, Evo se encargó de incrementar el voto nulo y destrozar la candidatura de Andrónico Rodríguez.
Ojo, no creamos que el MAS está muerto y que el socialismo está derrotado; pienso que algo oscuro tienen preparado. De igual forma, si hacemos la suma entre los votos nulos, blancos y los candidatos masistas (Andrónico, Del Castillo o Jhonny), vemos que les alcanzaba para ir a segunda vuelta. Irónicamente, el egoísmo de Evo Morales destruyó la unidad de la izquierda y causó que, para la próxima gestión, tengan una representación mínima en la Asamblea.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
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