Al conocerse la intención del Gobierno Nacional de Chile de presentar un proyecto para legalizar el aborto en el país, la Conferencia Episcopal emitió un comunicado titulado “Que toda vida humana sea acogida y cuidada sin excepción”.
Tal como lo habían expresado en una declaración publicada en junio de 2024, cuando el presidente Boric anunció que presentaría un proyecto de ley de aborto, la Iglesia Católica en Chile hoy vuelve a lamentar “profundamente estas iniciativas, que atentan contra el valor sagrado e inviolable de la vida humana”.
Actualmente, el aborto es legal en Chile bajo ciertas circunstancias, conocidas como «tres causales», según la Ley N° 21.030 promulgada en 2017. Estas causales son: riesgo de vida para la gestante, inviabilidad fetal de carácter letal, y embarazo resultado de violación. Al margen de estos casos, el aborto sigue siendo delito.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, anunció que el Gobierno ingresará la próxima semana en la Cámara de Diputados el proyecto que amplía la legalidad del aborto en Chile, una de las promesas del Presidente Gabriel Boric.
“Insistimos en que la vida humana, desde su concepción hasta la muerte natural, posee una dignidad que debe ser siempre protegida y promovida”, plantean los obispos.
Recordando las palabras del Papa Francisco en la declaración Dignitas infinita, desde la CECh destacan que “un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades” .
El Episcopado cuestionó además el “supuesto derecho a decidir sobre el cuerpo propio de las personas”, ya que “no puede ignorar el hecho incuestionable sobre la existencia de otro ser humano, único e irrepetible, que también demanda respeto y cuidado”.
Conscientes de que “existen embarazos marcados por situaciones dolorosas y complejas”, desde la Iglesia subrayan sin embargo que “ningún acto de violencia puede justificarse como solución”, al tiempo que llaman a “cultivar una profunda empatía hacia quienes enfrentan estas difíciles circunstancias, acompañándolas en cercanía, escucha y apoyo”.
“En un país que busca mayor justicia y dignidad para todos, pedimos no relativizar el valor de la vida humana, especialmente de los más indefensos”, imploran, y retomando las palabras de San Juan Pablo II señalan que el aborto es un crimen “que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia”.
Por ello, reiteran el llamado a “custodiar la vida de quien está por nacer”.
Finalmente, citando al Papa León XIV, afirman: “Nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”.
Por eso, instan a las autoridades y legisladores “a ejercer su responsabilidad, promoviendo una sociedad verdaderamente inclusiva, donde toda vida humana, sin excepción, sea acogida y cuidada”.
- ///FUENTE: ACI PRENSA///