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El vocero Jorge Richter se refirió a la publicidad que el Gobierno de Luis Arce desembolsa a los medios de comunicación y mientras atacaba a quienes señala como “reaccionarios”, también reconoció la afinidad ideológica del Movimiento Al Socialismo (MAS) con otros medios informativos de izquierda que son parte del grupo de beneficiados con contratos millonarios.
En entrevista con el programa No Mentirás de José Pomacusi, el vocero de la Presidencia evitó referirse a las amplias diferencias de los contratos por pauta publicitaria que hace el Ministerio de la Presidencia a través del Viceministerio de Comunicación en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), y evitó mencionar cifras por “desconocer” esa distribución que fue revelada durante las últimas semanas por medios como Página Siete, El Deber y VISOR21, entre otros.
Durante la presente gestión medios como la radio del trópico cocalero que lidera Evo Morales, Kawsachum Coca, el semanario del exministro Hugo Moldiz, La Época, el periódico pro gubernamental que dirige Claudia Benavente, La Razón, o la cadena castrochavista Telesur, a través de su corresponsal en Bolivia, Freddy Morales, se constituyen en las empresas mediáticas beneficiadas con altas sumas de las arcas del Tesoro General de la Nación (TGN), por su “compromiso” con el “proceso de cambio”.
Sobre La Razón, Richter reconoció que aquel “es un periódico que tiene miradas de izquierda, eso lo hace más afecto con el Gobierno”. El vocero fue columnista de ese periódico, destacando su labor opositora durante el gobierno de transición de 2020 y compartiendo la sección de opinión con escritores como Julio Peñaloza, esposo de la exdiputada masista Susana Rivero, o la “feminista comunitaria” Julieta Paredes.
El medio dirigido por Benavente y Rubén Atahuichi recibió entre enero de 2021 y julio de 2022 cerca de Bs 2,5 millones, mientras en 2019 declaraba emergencia económica que derivó en el despido de decenas de periodistas y trabajadores de la planta de Auquisamaña.
En contraste se encuentra el matutino de Cochabamba Los Tiempos, que solo recibió en la gestión del MAS contratos por Bs 110 mil, uno de ellos para publicar la separata del discurso presidencial de Luis Arce.
El vocero trató de descalificar a Los Tiempos porque no le gustó el titular de portada de la edición impresa del jueves 25 que citaba: “Entre denuncias de presiones, marchan funcionarios del MAS”. “Ya no es un medio informativo, es un medio de orden político, han desvirtuado el rol de un medio de comunicación con este tipo de informaciones que en muchos casos van falseando la verdad”, declaró y citó a otros “medios reaccionarios”.
Sobre las denuncias del periódico cochabambino sobre el intento de toma que hace un grupo de empresarios y políticos aliados al MAS, el vocero dijo que no es interés del Gobierno apropiarse de ningún medio de comunicación y que, al contrario, se pensaría en crear otros nuevos para “equilibrar” el panorama informativo.
“Es mejor crear un medio de comunicación si uno quiere ponerle al frente a alguien que quisiere equilibrar, pero tratar de apropiarse, con toda una carga de subjetividades que arrastra un medio de comunicación, eso no es importante”, concluyó Richter.
La Editorial Canelas, propietaria del medio cochabambino que está cerca de cumplir 80 años de servicio al país, se encuentra en un conflicto laboral de pagos pendientes a los trabajadores que se acentuó con las restricciones impuestas durante la pandemia de Covid-19.
Para cumplir con esos pagos se dispuso la venta de un inmueble, pero un socio minoritario, del círculo íntimo del exdiputado del MAS, Juan Valdivia, no solo se opone a esa transacción sino que propone comprar el medio a un precio ínfimo.
Desde el Servicio de Impuestos Nacionales hasta la Autoridad de Empresas se hace eco del pedido del hijo de Valdivia para evitar la venta de ese bien inmueble calificado como “improductivo”, situación que podría derivar en un embargo del patrimonio de la Editorial u otras acciones para presionar el traspaso de Los Tiempos a ese grupo empresarial y militante del MAS.
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