Vladimir Peña y su testimonio mientras supera el cáncer

El ex secretario de la Gobernación de Santa Cruz Vladimir Peña compartió un emotivo mensaje sobre su lucha contra el cáncer. A través de una publicación en sus redes sociales comentó sobre el proceso de la devastadora enfermedad, su evolución médica y agradeció todo el apoyo recibido de parte de sus familiares, amigos e incluso desconocidos que se unieron tras su diagnóstico.

Vladimir Peña compartió esta semana una emotiva reflexión sobre su vida durante y después del cáncer, enfermedad que había dado a conocer hace unos meses. Relató los momentos más duros del tratamiento, los cambios profundos que ha vivido física y emocionalmente desde el diagnóstico recibido en marzo.

❝Hay cosas que cambian la vida para siempre❞, señaló Vladimir en el comienzo del texto, en el que cuenta que fue su hermano, médico de profesión, quien le comunicó el diagnóstico en una sala de hospital. Desde entonces, su vida dio un giro radical: fue sometido a dos cirugías, recibió ocho sesiones de quimioterapia, una inmunoterapia, 22 sesiones de fisioterapia y pasó 33 días hospitalizado- ocho de ellos en terapia intensiva-, además de múltiples estudios y exámenes médicos.

Peña afirmó que actualmente todo se torna más alentador. Ya que, aunque el tipo de cáncer es agresivo, no se ha detectado metástasis, lo que abre una esperanza de controlar la enfermedad a mediano y largo plazo. ❝Los médicos que me tratan son cautelosamente optimistas❞, expresó. Sin embargo, el camino no es sencillo, seguirá con más quimioterapias, radioterapias y fisioterapias, por las que, Vladimir decidió seguir enfrentando, motivado para seguir adelante por todas las personas que lo apoyan.

Más allá del aspecto médico, Vladimir destacó la importancia del amor y el apoyo recibido durante este difícil periodo. Agradeció a su familia, amigos, colegas, ex compañeros de formación política y a personas que, sin conocerlo, se solidarizaron con su causa.

Contó experiencias muy conmovedoras, como la de una madre que le ofreció medicamentos traídos del extranjero que lamentablemente habían llegado tarde para su pequeño hijo.

De igual manera afirmó sobre la bondad de la población: un grupo de vecinos organizaron una patasca solidaria. ❝Ante tantos gestos solo tengo una gratitud infinita❞, escribió.

Así mismo, detalló cómo ha intentado retomar su rutina con paciencia y optimismo: Volvió a caminar, realiza tareas del hogar, trabaja de forma remota y espera pronto volver a correr para poder jugar fútbol con sus hijos: Matias, Sebastian y Lucas.

Reconoció que hay días buenos y malos, pero ha aprendido a ser fuerte y a buscar refugio emocional en su familia, especialmente en su esposa y su madre, su compañera de quimioterapias.

❝La vida es extraña, porque después que parece que se detiene, tienes más ganas de seguir viviéndola❞, testificó Vladimir al final de su publicación. Acompañó el mensaje con una fotografía sonriente junto a su madre, celebrando haber superado la octava sesión de quimioterapia. Un testimonio que, más allá de la enfermedad, habla de resiliencia, amor y esperanza.

  • ///FUENTE: EL DEBER///