RODOLFO FAGGIONI

La primera vez que se ha sentido hablar de la palabra URBICIDIO fue en los año 90 con la guerra que involucró los territorios de la ex-Yugoslavia. El término del latín URBIS (ciudad) y CARDERE (abatir o matar), literalmente significa violencia contra las ciudades. En las últimas semanas se está volviendo una de las palabras más tristes.

Urbicidio significa, en este caso, devastación de ciudades ucranianas y destrucción material de su patrimonio histórico, artístico y cultural. La devastación parece ser el objetivo principal de esta guerra, eliminar no sólo objetivos militares estratégicos, sino destruír irremediablemete los valores de identidad social y cultural del enemigo.

Todo corre el riesgo de desaparecer bajo el bombardeo ruso. Ucrania tiene siete sitios reconocidos como patrimonio de la Unesco. La Catedral de Kiev, el centro histórico de Lviv, el arco geodésico de Struve, la residencia de los metropolitanos de Bucovín y Dálmatas en Cernivci, la antigua ciudad de Cersonese Taurica fundada en el siglo IV a.C. en las costas del Norte del Mar Negro en Sebastopoli, el bosque de Tserkvas y las ocho iglesias en los Cárpatos. Todos territorios ricos de historia y de bienes artísticos

Ucrania tiene también una herencia patrimonial que va desde las colonias griegas hasta el Mar Negro, con arquitecturas y monumentos medievales, y cuenta con un patrimonio natural como estepas y bosques.

Bombardear Odessa es como bombardear la historia. La herencia ucraina es tambien una herencia europea. La palabra Ucrania significa “frontera” y Ucrania ha sido siempre un puente entre el Occidente y el Oriente.

RODOLFO FAGGIONI

Periodista y Corresponsal en Italia. Miembro efectivo de Prensa Internacional

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de Visor21.