“Un golpe en el estómago”. Así definió el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, las imágenes que llegan de los civiles masacrados en las calles de Bucha. Las fuerzas rusas, que ya se retiraron de algunas zonas que ocuparon las últimas semanas, como Pripiat, donde ya volvió a flamear la bandera ucraniana, siguen cosechando serios cuestionamientos por parte de las democracias occidentales. Las durísimas imágenes han impactado fuertemente en Estados Unidos, Alemania y Francia.
Olaf Scholz, canciller de la nueva coalición de gobierno alemana, calificó como “terribles y espeluznantes” las imágenes que llegaron este fin de semana desde Ucrania, donde “docenas de civiles han sido descubiertos en Bucha. Hay calles regadas de cadáveres, muertos enterrados de manera improvisada, relatos de que entre las víctimas hay mujeres, niños, ancianos…”, denunció Scholz.
El canciller alemán también reiteró el pedido de que se le brinde el acceso necesario a todas las organizaciones internacionales a la zona de conflicto para que puedan documentar las atrocidades “de manera independiente”.
Dese París, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, condenó “en los términos más enérgicos” lo que consideró “abusos masivos” en contra de la población civil. El funcionario aseguró que su país trabajará codo a codo con sus pares ucranianos y con la Corte Penal Internacional para asegurarse “que estos actos no queden impunes y que los responsables sean llevados a juicio».
En el mismo sentido se expresó el presidente Emmanuel Macron, que denominó como “inaguantables” las imágenes que trascendieron entre ayer y hoy de las zonas ocupadas al norte de la capital ucraniana, especialmente sobre la masacre en Bucha. “Las autoridades rusas deberán responder por estos crímenes”, señaló Macron. El mandatario, desde sus redes sociales, también pidió a la comunidad internacional “compasión por las víctimas y solidaridad con Ucrania”.
“Esto es un genocidio”
En el marco de una entrevista de este fin de semana para la CBS, Volodímir Zelenski, aseguró que Rusia no se está retirando del país, sino que está modificando su estrategia. Para el presidente ucraniano, Putin todavía quiere ocupar Kiev. El mandatario consideró que las pruebas del salvajismo de la ocupación ya merece ser considerada como un “genocidio”. “Estamos siendo destruidos y exterminados. Esto ocurre en la Europa del siglo XXI. Esta es la tortura de una nación”, resaltó.
//FUENTE: PANAM POST//