Solución estructural en la Policía para dar talla

JORGE SANTIESTEVAN

Los escándalos de corrupción y actos contra el honor en todos los niveles de mando en la Policía Boliviana, no solo es “intuito personae”, sino también de la actual dirección política por la incapacidad en la conducción del país, es por eso que una mayoría coincidimos que se debe reestructurar a la Policía Nacional, pero antes se debe empezar por despolitizarla y asegurarle su institucionalidad por el mismo hecho que constituye uno de los pilares fundamentales para la defensa y protección de la sociedad.

Las ideas generales para reformar a la Policía, previa aplicación de mecanismos legales, son las siguientes: Por una parte: “Que la Policía mantenga el mando único a nivel nacional, con sus actuales tareas de responsabilidad, excepto la seguridad ciudadana”, la misma que se dejaría a cargo de los municipios departamentales, los cuales crearían una guardia departamental para este fin, al amparo del artículo 299. II. 13.- CPE, “seguridad ciudadana”. Competencia que se ejerce de forma compartida entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas; al respecto, el art. 300.III. expresa que “serán también de ejecución departamental las competencias que le sean transferidas o delegadas”, situación que no amerita modificación de leyes para la aplicación de la presente propuesta.

Por otra parte: “Que la Policía Nacional reciba órdenes en lo administrativo por intermedio del Ministerio de Gobierno, y en lo técnico-operativo por intermedio del Comando Nacional para la ejecución descentralizada de sus funciones en los comandos departamentales”. Esta propuesta debe contemplar que las tareas sean exclusivas contra las amenazas tradicionales y emergentes que atenten a la seguridad de los ciudadanos como: lucha contra el narcotráfico y lucha contra el crimen organizado, que básicamente son: trata y tráfico de personas, secuestros, atracos, tráfico de armas, terrorismo e inteligencia nacional. Mientras que los órganos o direcciones de: Régimen Penitenciario, batallones de seguridad, Tránsito, Diprove, bomberos, investigaciones, pasarían a depender de los gobiernos departamentales y municipales (excepto investigaciones, que pasaría bajo dependencia directa del Ministerio Público) según competencias otorgadas mediante reformas normativas y mediante competencias delegadas o transferidas por el Gobierno central. Esto permitiría despejar las múltiples tareas de la Policía que ninguna cumple a cabalidad, dada una serie de dificultades como, la escasez de medios materiales, logísticos, los bajos salarios y pocos incentivos a la carrera profesional, que terminan en la corrupción.

Por último: “Que la Policía Nacional mediante reforma constitucional del artículo 243 pase a formar parte orgánica de las FFAA como una guardia nacional”, con la finalidad de dar solución a problemas de orden operativo y eficiencia en la ejecución de tareas conjuntas, entre otras múltiples actividades. Esta articulación permite que, bajo un solo mando con ejecución operativa descentralizada, se logre eficiencia, coordinación, control y supervisión de las actividades de la seguridad del Estado como de la protección y defensa de la sociedad.

Además de las propuestas mencionadas se debe tomar en cuenta la modernización de la educación, junto a la dotación de medios materiales modernos, sin descuidar una estricta clasificación del personal para ejercer los cargos en todos los niveles de mando. Las presentes ideas constituyen una base de partida que podrían derivar en otras propuestas más flexibles o de mayor trascendencia en el caso de que Bolivia llegara a constituirse en un Estado Federal, entonces se tendrían que crear policías federales completamente autónomas para cada uno de los Estados.

Como bolivianos exigimos a los órganos del Estado y al Gobierno Nacional que busquen mecanismos para entregarnos una institución altamente profesional y verdaderamente disuasiva que tan solo con su presencia inspire respeto, que prevenga y castigue el crimen según las competencias que le otorgue el Estado.

JORGE SANTIESTEVAN JUSTINIANO

Coronel en Servicio Pasivo. Abogado y Docente Universitario.

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21