Sin propuestas políticas claras

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FABIÁN FREIRE

Falta mucho tiempo para las elecciones generales, sin embargo, están saliendo cada vez más nuevas propuestas, muchos las avalan otros creen que “atentan” contra la unidad necesaria para vencer al MAS.

En los últimos años la tendencia de la población que no vota por el MAS ha sido optar por el voto útil. No priorizan las propuestas, sino las posibilidades de los candidatos para vencer al MAS, “el proyecto de gobierno” no es muy tenido en cuenta, esto explica por qué hoy la oposición es un “fiasco” total.

Reconozco que las nuevas organizaciones políticas están trabajando mejor sus programas de gobierno, hay principios políticos más claros y las bases están mejor construidas, tienen “un horizonte” más claro. Esto es un progreso para el país, sobre todo para que nunca más un proyecto sin rumbo ni principios políticos, como Comunidad Ciudadana, sea quien “enfrente” al MAS.

Empero, estas nuevas organizaciones tienen aún mucho por trabajar y, pese a todo, tienen muy pocas posibilidades de éxito, no tienen algún “factor diferencial” que las haga destacar del resto de las agrupaciones políticas.

De igual forma, estas nuevas agrupaciones tienen propuestas que aún no están completas del todo; no cuentan con respuestas claras para los pilares político, económico y social. Una buena propuesta y gestión de gobierno debe pasar por responder a estos tres pilares, no solamente enfocarse en uno.

No podemos enfocarnos solamente en la situación económica del país si también contamos con muchos otros problemas que deben ser atendidos, como son la inseguridad ciudadana, las fallidas instituciones del Estado o la división nacional.

En esta última parte del presente artículo le presentaré al lector mis tres ideas principales para responder a los pilares político, económico y social.

En lo que se refiere al pilar político, debemos enfocarnos en construir el nacionalismo boliviano. Es momento de abandonar la división nacional que ha causado al MAS, debemos pasar a consolidar a la nación boliviana. Una nación que por nuestra “trágica” historia jamás ha podido ser consolidada, empero, estamos en un momento crucial para realizar este hito. Bolivia es solo una nación, la que es el producto del mestizaje y que cuenta con diversas culturas y tradiciones, las cuales muestran su “riqueza”. Cuando todos nos sintamos parte de una sola nación, nos sintamos plenamente bolivianos, nuestro país irá, sin dudas, hacia algo mejor. Los que creen que en Bolivia hay varias naciones, además de la boliviana, deberían ir a Europa para ver lo que es realmente la plurinacionalidad y la gran diversidad de religiones. Pronto se darán cuenta que Bolivia es solo una nación, y es nuestro deber consolidarla.

En el pilar social, la sociedad boliviana sufre por la constante anarquía y caos, lo que se traduce en un desorden estructural y una terrible inseguridad ciudadana. Es necesario parar esta anarquía a través de la instauración del orden, es hora de que el boliviano pueda vivir en paz y con seguridad. Uno de los problemas del país es que no se aplica la ley, el pueblo no está protegido y se encuentra en una situación de vulnerabilidad, dada la alta criminalidad. Por ende, es imperativo instaurar orden en la nación, ya basta de la inseguridad y caos. Nunca podremos salir adelante si nuestra organización estructural es nula, es momento de parar el crimen y la anarquía. Es fundamental que la autoridad sea transparente y fuerte, para dar paz y orden a los bolivianos.

Por último, en el pilar económico, se necesita bajar los impuestos, reducir los gastos estatales, reformar el sistema aduanero y tributario, lograr que lo informal se haga formal, pero sobre todo impulsar a la industria nacional. Si queremos salir a competir en el mercado internacional, es necesario que la empresa privada nacional sea fuerte, para eso hay que dejar de “asfixiarla” y empezar a darle las condiciones óptimas para el crecimiento.

FABIÁN FREIRE
Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21