Relación criminal: secuestradores y ejecutados en Santa Cruz son los mismos

Dos secuestros con el mismo modus operandi y un triple asesinato quedaron vinculados, según la investigación que desarrolla la Policía y el Ministerio de Gobierno. Los hechos criminales que sorprendieron en Santa Cruz tendrían que ver con un ajuste de cuentas familiar.

La pasada semana se conoció que tres sujetos, se presume de nacionalidad extranjera, fueron torturados y ejecutados con disparos en un domicilio de la avenida Beni y Los Cusis, en Santa Cruz. Sus cuerpos, luego, fueron colocados en bolsas y envueltos con cinta adhesiva, para quedar apilados en la cocina.

El Ministerio de Gobierno logró identificar a los sujetos, gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad que en julio registraron dos secuestros en la capital cruceña.

El 26 de julio, cuatro hombres vestidos con uniformes policiales entraron a una céntrica panadería por la avenida Banzer, para obligar a salir a José Carlos Dorado, quien luego fue introducido en un vehículo con rumbo desconocido.

El día 29, en la zona Las Palmas, el mismo grupo criminal interceptó a Erick Baeza cuando intentaba llegar a su movilidad estacionada. Los sujetos actuaron armados y aparentando ser policías.

Con la similitud de los secuestros se comprobó que ambos tenían relación y que las víctimas son familiares.

Según expuso el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, en el caso de Dorado se logró identificar a Juan Gabriel Insaurralde, hoy desaparecido, como el conductor de la movilidad que lo llevó hasta la panadería y luego vio cómo el sujeto fue secuestrado.

En el caso de Baeza, también se dio con la placa del motorizado que los falsos policías utilizaron para cometer el secuestro. La investigación señala como propietaria a una mujer con antecedentes por legitimación de ganancias ilícitas y quien estaba al volante era el esposo de la sospechosa, con registro penal de violencia familiar, estafa, sustracción de menor y comercialización de vehículos robados. Olimpia Siles y Hugo Vásquez Soliz actualmente están desaparecidos.

Todo apunta al hijastro de Baeza, Reny Pablo Delgadillo Lema, como presunto autor intelectual de los secuestros.

«De esta manera, los tres hombres ejecutados en la vivienda de la avenida Beni habrían sido los mismos que participaron en los secuestros, en un caso que mezcla venganza, traición familiar y ajuste de cuentas», señala el reporte.

Sobre Baeza, en principio los delincuentes llamaron al hijo de éste, con su propio teléfono celular, para pedir un rescate de 2 millones de USDT (dólar digital), a través de una cuenta QR de criptomonedas. Luego rebajaron el precio a la mitad.

“En último, me dicen que pasemos 300.000 a la cuenta y le decimos que solo tenemos 100.000 para seguir, todo eso escribieron del teléfono de mi padre a mi número de teléfono, después se desconectaron y no se conectaron más”, declaró el familiar.

La Policía luego informó que Baeza, de 61 años, tenía antecedentes penales por dos secuestros realizados entre 1986 y 1988, en Santa Cruz  y Cochabamba. En el primer caso, el hombre pidió 259 mil dólares por la liberación de una mujer.

Sobre Dorado, los secuestradores no pidieron ningún rescate y la familia guarda silencio sobre su caso.

Los dos hombres secuestrados todavía no aparecen. El hijastro y principal sospechoso se dio a la fuga, se informó.