MILENA SOTO

¿Quién es racista? ¿Yo, o quiénes que me acusan con un discurso de un supuesto ataque a mujeres de pollera, además, de haberlas insultado y discriminado y otras cosas más?

A la mujer se la respeta por el solo hecho de ser persona, así de sencillo, sin vueltas ni rodeos. Es lo correcto y lo civilizado.

Por ende, queda trillado el discurso de que las mujeres de pollera son discriminadas. Han utilizado ese discurso desde 2019 para atacarme ¿o sólo las mujeres de pollera merecen respeto?

Podría contar las innumerables ocasiones en las que se me insultó y discriminó sólo por no usar una pollera. Pero, sin jugar al victimismo, voy a contar un par de ellas.

En 2020 las organizaciones feministas empapelaron Cochabamba con mi foto en un cartel que decía: «Se busca por golpista y paramilitar». Aquel entonces no les di importancia, dejé que sigan hablando lo que quieran. Pero la discriminación y los ataques continúan y continuaron hasta el sol de hoy. No obstante, la peligrosa soy yo. Incluso tengo que someterme a otro proceso, esta vez, por «racismo».

Sin embargo, a mis perseguidores les quiero recordar a Flora Quille (Q.E.P.D). La Sra. Quille fue fundadora de la Asociación Micaela Bastida ―organización de mujeres paralela a las Bartolinas del Movimiento al Socialismo―. El 2020 tuve el placer de conocerla, y siempre recuerdo las palabras que me dijo en aquella tertulia: «Te estás enfrentado a unos asesinos, y van a hacer todo para acabar contigo. Milena van a buscar encerrarte o hasta matarte». ¡Cuánta razón tenía!

Esa época decidimos ir de la mano y avanzar en un futuro, además, de ir en contra de aquellos que usan a la mujer a su antojo, ya sea de pollera o no. Coordinamos reuniones y proyectos, pero la vida nos separó, lamentablemente.

Flora Quille partió. No se la despidió con los honores que merecía por su lucha por la democracia, justicia y libertad de Bolivia. Que Dios la atesore entre sus ángeles. El día que recibí la noticia de su partida de este mundo, fue el mismo que me citaron con el proceso por racismo, 01 de julio del 2022.

Me pregunto ¿Por qué racismo? Básicamente, porque no pienso como ellos ni apoyo a su Partido Político.

No soy de hablar de mi familia, porque la cuido de los radicales. Sin embargo, ambas abuelas mías (tanto paterna como materna) usaron pollera. Vivían en Santivañez y Cliza. Como buena cochala, tengo familia en ambos pueblos, y soy orgullosa de mis raíces. Tristemente, desde ya casi un año, no puedo ir a la tierra de mi familia. Una detención arbitraria me impide ver a mi gente en esos hermosos lugares del Valle Alto.

Asimismo, incansablemente, y hasta perdí la cuenta, de las veces que ayudé a quienes más necesitaban. Nunca me importó ni su ropa ni su color de piel. Arriesgué mi salud en pleno picó alto de la pandemia llevando ayuda a lugares inimaginables ―donde sólo se conocía la bandera azul, blanco y negro―. Fuimos recibidos con los brazos abiertos, nos despidieron bendiciendo nuestro camino y andar. No lo publiqué en redes, pues no creí que fuese necesario.

Jamás miré si usaban pollera o vestido, la necesidad fue general en los hogares cochabambinos. Yo tuve a mi alcance la oportunidad de ayudar, eso fue lo que hice.

Pero mi fe está puesta en un Dios que todo lo ve, lo anota, es quien pasa las facturas en esta vida.

Muchas veces me han preguntado si lo volvería hacer. Hoy, con el tercer proceso iniciado en contra mía, lo volvieron a hacer. Mi respuesta es y será siempre la misma: Sí. En esta vida, o las que me toque. Porque mi conciencia me exige ponerme del lado correcto de la historia.

Soy Milena Soto, no soy racista ni terrorista. Aquí nadie se cansa, nadie se rinde.

¡Viva la libertad carajo!

MILENA SOTO LÓPEZ

Abogada, Activista de Derechos Humanos y miembro de la RJC

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21