ESTEBAN BURGOA

Prontos a las elecciones y en pleno debate preelectoral, no deja de resonar en las voces de aquellos interesados en la política la siguiente pregunta: ¿Quién es tu candidato?, misma que no es realizada en tono de curiosidad o de reflexión, y en sí, esta pregunta encierra el claro ejemplo del gran problema de la democracia de Bolivia, y es que, nuestra política gira en torno a hombres y no a ideas.

Los llunkus políticos preguntan insistentemente sobre el caudillo del que uno es partidario, y una vez respondida esta cuestión, pasan a saber cuáles son las características de este personaje y por qué se beneficia de la buena opinión de cada uno, para posteriormente atacarlo de manera personal y defender a su propio señor y dueño de su lealtad momentánea.

El debate político en Bolivia no se basa en programas de gobierno, propuestas y/o más importante, ideas, se defienden personajes como el Capitán Lara, que, a pesar de su loable trabajo de fiscalización en la Policía Nacional, por lo pronto no se le escuchó hablar de su idea de Estado, de la misma manera con los autoritarios de turno como Evo Morales y Luis Arce, pasando por mil nuevos candidatos a presidentes, todos por X y Z motivos destinados a “salvar a la Patria”.

Leyendo las memorias del Canciller de hierro, Otto Von Bismarck, me sorprendí de que hace un poco más de cien años, el país que hoy puede enorgullecerse de tener una democracia fundamentada principalmente en ideas y de los debates políticos más interesantes, que es Alemania, también tuvo una época de caudillismos y gobiernos basados en líderes fuertes (El Kaiser y la aristocracia), pero luego de una serie de infortunios en su camino, logró desembarazarse en buena medida del mal que es la confianza en los hombres y no en las leyes.

Espero Bolivia pronto pueda iniciar su camino hacia la política, dejando de lado esta burda politiquería actual, mas soy consciente que para ello, nos tomará mínimo dos generaciones y no se quiera que debamos vivir hechos históricos realmente traumáticos para consolidar este proceso.

La mejor manera de apoyar este proceso es interesarnos por lo importante, que es la reflexión del país que queremos, las ideas que defendemos y el estudio concienzudo de lo que conlleva la política, para dejar de lado a los mesías y héroes para las películas y la literatura.

ESTEBAN EDUARDO BURGOA CARDOZO
Director Ejecutivo Generación Bicentenario
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21