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Es oficial. El Partido Liberal (PL), del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) la demanda que había anunciado días antes para pedir anular los resultados de las elecciones. El presidente de esta formación, Valdemar Costa Neto, remarcó que dentro de la propia organización política no son especialistas en seguridad de datos, pero contrataron a profesionales para realizar una discusión técnica y elaborar el informe de lo que habría ocurrido con las urnas electorales usadas el pasado 30 de octubre. El pedido en concreto plasmado en la Representación Electoral de Verificación Extraordinaria es el de anular los votos de las máquinas de modelos 2009, 2010, 2011, 2013 y 2015.
El reclamo del PL coincide con los resultados del informe que presentó desde Argentina el grupo «Brazil Was Stolen». A inicios de noviembre se anunció cómo tras analizar datos electorales oficiales, se detectaron «anomalías» que produjeron «un cambio en el resultado» y, aunque no se habló expresamente de fraude, el grupo insistió en la necesidad de revisar los números, los cuales dieron al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva la victoria por un estrecho margen de 1,8 %.
En detalle, el PL asegura que en las urnas más nuevas, es decir, las correspondientes al modelo 2020, el actual presidente obtuvo 51,05 % de los sufragios frente a 48,95 % de Lula da Silva. Sin embargo, 61 % de un total de las 577.125 máquinas utilizadas en las elecciones de octubre «no pueden ser auditadas», razón por la cual pide anular las elecciones. Justamente estas son las que datan del año 2009 a 2015.
Alexandre de Moraes pone condiciones para aceptar la demanda
La Justicia electoral brasileña condicionó la aceptación de la solicitud de anulación de los resultados electorales. El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, dijo en un comunicado que la demanda solo puede ser analizada si también se presentan dudas sobre la primera vuelta que se celebró el 2 de octubre.
El polémico magistrado, señalado de imponer censura durante la campaña y posterior a las elecciones y de haber iniciado una persecución contra los seguidores de Bolsonaro, instó al PL a «cuestionar también el resultado de la primera vuelta en un plazo de 24 horas» para aceptar analizar la demanda.
Magistrado del STF intentó disuadir al PL
Al magistrado Gilmar Mendes, del Supremo Tribunal Federal (STF), no le salió bien el intento de interceder ante Valdemar Costa Neto para que no consignara la demanda en el TSE. El ministro trató de disuadirlo –sin éxito– previo a la rueda de prensa, según información publicada por O Antagonista.
El medio brasileño agrega que a pesar de haberlo llamado por teléfono, el resultado fue infructuoso. El motivo de esa insistencia es que el presidente del PL se tomó en serio los señalamientos de supuestas anomalías en máquinas de votación y decidió tomar acciones legales. Esa decisión no es del agrado de la mayoría de los magistrados del STF, acusados de formar parte de una «dictadura de la toga» que respalda al izquierdista Lula da Silva.
Aún así, el PL puso sobre la mesa esta demanda que llega para respaldar lo dicho por el Ministerio de Defensa en su informe técnico donde no se descartaba la posibilidad de «fraude». Según el ingeniero Carlos Rocha, presente en esa rueda de prensa, identificaron «indicios muy fuertes de mal funcionamiento» de muchas de las máquinas. Por ello, el objetivo es lograr «una posible fiscalización, una verificación extraordinaria, frente a un hecho extraordinario».
//FUENTE: PANM POST//