En su primera Bendición Urbi et Orbi como Papa, León XIV proclamó este 25 de diciembre, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, que Jesucristo es “nuestra paz” y llamó a asumir la responsabilidad personal y colectiva para rechazar el odio, promover la reconciliación y trabajar por el fin de los conflictos en el mundo.
«Queridos hermanos y hermanas, «Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo. Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz sobre nosotros»», inició Su Santidad.
«En el nacimiento de Jesús ya se perfila la elección fundamental que guiará toda la vida del Hijo de Dios, hasta su muerte en la cruz: la elección de no hacernos llevar el peso del pecado, sino de llevarlo Él por nosotros, de hacerse cargo de él. Esto podía hacerlo sólo Él. Y al mismo tiempo nos mostró lo que sólo nosotros podemos hacer, es decir, asumir cada uno nuestra parte de responsabilidad. Sí, porque Dios, que nos ha creado sin nosotros, no puede salvarnos sin nosotros. (cf. S. Agustín, Sermón 169, 11. 13), es decir, sin nuestra libre voluntad de amar. Quien no ama no se salva, está perdido. Y quien no ama a su hermano que ve, no puede amar a Dios que no ve. (cf. 1 Jn 4,20)», agregó.
Tras una reflexión sobre la coyuntura mundial, el líder de la Iglesia Católica se refirió al pueblo latinoamericano.
«Que el Niño Jesús inspire a quienes tienen responsabilidades políticas en América Latina para que, al enfrentar los numerosos desafíos, se le dé espacio al diálogo por el bien común y no a las exclusiones ideológicas y partidistas», fue parte del mensaje del Papa, en este 25 de diciembre .
SORPRESAS
León XIV ha sorprendido este año a los fieles recuperando una tradición que no se había visto con frecuencia en los últimos años: los saludos de Navidad en decenas de idiomas, entre ellos chino, árabe, español y latín, durante la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad y al mundo, desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
La facilidad del Santo Padre con los idiomas, demostrada incluso en su reciente visita a Ankara (Turquía), cuando saludó en turco a los soldados, ha permitido que esta Navidad retome los saludos en numerosas lenguas, reforzando así el carácter global de la celebración.
La primera Navidad del Papa León XIV ha estado repleta de novedades. La primera fue el retraso de la Misa de Nochebuena hasta las diez de la noche, frente a las siete habituales desde la pandemia de COVID-19. Históricamente, la celebración tenía lugar a medianoche, aunque Benedicto XVI decidió adelantarla dos horas en 2009.
A pesar de la tardía ceremonia, el Papa ha celebrado también la Misa de Navidad a las diez de la mañana (hora local) este jueves 25 de diciembre, algo que no se veía desde 1994, en tiempos de san Juan Pablo II.
//FUENTE: ACI PRENSA//


