Como su último acto como ministro de Defensa, Edmundo Novillo, entregó ayer, los sables de ascenso a generales y almirantes de las Fuerzas Armadas a los militares de las promociones 1992 y 1994. Este mando es el que comenzará su labor junto al presiden electo Rodrigo Paz desde el 8 de noviembre.
Los recientes ascendidos “tienen el reto de conducir a la institución armada a un futuro de estabilidad, progreso y superación permanente con justicia social”, les encomendó Novillo en su discurso.
En ese marco, un boletín institucional señala que el ya renunciante ministro “destacó que el papel de las FFAA es fundamental no solo como garantes de la seguridad, defensa y desarrollo, sino también como actores clave en el proceso de la transformación social, económica y cultural que nuestro país atraviesa”.
“Además de ser un reconocimiento a su trayectoria profesional, es también un llamado a mantener y fortalecer los principios de lealtad, honor, disciplina, patriotismo y compromiso con nuestro pueblo, especialmente en este momento de cambios políticos que se avizoran en nuestro país”, manifestó.
Resaltó que las FF.AA. son un aliado estratégico para la construcción del Estado y su participación es importante en la defensa del territorio, el apoyo en situaciones de emergencia, lucha contra el contrabando y es vital en proyectos de desarrollo social, infraestructura productiva y apoyo a las comunidades necesitadas, concluye el boletín.
